EFE.- En un comunicado, José María Ruiz-Mateos ha afirmado que se dedicará de lleno y de forma exclusiva a buscar soluciones para devolver hasta el último euro a los tenedores de los pagarés, a los que "moralmente estoy obligado y a la vez agradecidísimo por la confianza que han depositado en mí y en mi familia, y no pararemos hasta conseguirlo, tanto mis hijos como yo".
Ruiz-Mateos ha vuelto a culpar al presidente del Banco Santander, Emilio Botín, de "ser el autor, junto a otros poderes fácticos, del desequilibrio financiero que está sufriendo Nueva Rumasa".
Según ha indicado, están estudiando otras vías paralelas con el fin de ampliar las garantías de cobro de los pagarés adicionales a la cesión de los derechos de pago derivados de la expropiación de la antigua Rumasa, anunciada hace unas semanas.
En este sentido, el Ministerio de Economía y Hacienda ha detallado que el Estado español no debe nada al empresario José María Ruiz-Mateos, ni a su familia, y que las acciones legales emprendidas por éstos contra el Estado por la expropiación de Rumasa han sido rechazadas por los tribunales de justicia.
Entre las nuevas operaciones que la familia Ruiz-Mateos dice estar analizando, figuran la venta de activos, las garantías hipotecarias y las opciones mercantiles de compraventa.
La mayoría de la empresas que conforman Nueva Rumasa están en situación de insolvencia, y en los casos de Clesa, Dhul, Carcesa, Quesería Menorquina e Hibramer la familia se encuentra apartada de la gestión, que se ha encomendado a administradores judiciales.