EFE.- El informe, elaborado por el Ministerio de Medio Ambiente y el Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) y que será presentado oficialmente este martes en Bogotá, busca aumentar la conciencia social sobre el cuidado de la biodiversidad y su «importancia en los sectores productivos y el bienestar humano».

El documento explica que el daño ambiental en el país se debe a cinco «motores»: los cambios en el uso del suelo; la disminución, pérdida o degradación de elementos de los ecosistemas nativos y agrosistemas, y las invasiones de especies no nativas.

Un cuarto factor es la contaminación y toxificación del agua por la actividad minera, la agricultura industrial y la ganadería y, finalmente, el cambio climático, detalla el documento.

El informe explica que el deterioro de los suelos hizo que durante los extremos climáticos de 2010-2011 se destruyera cerca del 14 % de la red vial colombiana y que las inundaciones y deslizamientos afectaran al 7 % de la población.

Asimismo, la investigación presenta como sustento los resultados del «Análisis Ambiental de País» elaborado por el Banco Mundial, en el que se afirma que la degradación ambiental genera un costo equivalente al 3,5 % del producto interno bruto (PIB) de Colombia.

Según el investigador Juan Pablo Ruiz, consultor del PNUD, «no solo hay una dinámica de desarrollo productivo que afecta a la biodiversidad», sino que «el desarrollo productivo mismo se ve afectado en la medida en que los servicios ecosistémicos se deterioran».

Por esa razón, Ruiz aseguró que la conservación de la biodiversidad «termina siendo clave para el desarrollo de cada sector».

Agregó «que falta mucha información con respecto a la relación positiva entre la conservación de los servicios ecosistémicos y el desarrollo de los sectores».

Por su parte, Lorena Franco, también consultora del PNUD, dijo que «los costos económicos y sociales de degradación ambiental son crecientes y afectan a toda la sociedad», por lo cual la gestión de estos recursos naturales debe ser una acción «conjunta» y «articulada» de todas las esferas.

En este sentido, el informe señala que a pesar de los inmensos retos de la gestión ambiental, descritos en el Plan Nacional de Desarrollo (2010-2014), «sólo se asignó el 0,27 % del presupuesto total de la nación en 2009; el 0,28 % en 2010 y 2011; el 0,33 % en 2012 y el 0,39 % en 2013».

Franco advirtió además que con el daño al medio ambiente «pasamos de umbrales de irreversibilidad», que afectan no solo a los sectores industriales, «sino a modos de vida locales que dependen de manera directa de la biodiversidad», generando pérdidas a mediano y largo plazo en la «viabilidad social, productiva y biofísica».

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