EFE.- El estudio, encabezado por Thomas Talhelm, estudiante de doctorado en psicología cultural en la Universidad de Virginia, con la colaboración de investigadores de la Universidad Normal de Pekín, se llevó a cabo entre 1.162 estudiantes de la etnia Han en la capital china y en las provincias de Fujian (sudeste), Guangdong (sur), Yunan (sudoeste), Sichuan (oeste) y Lianning (nordeste).
Durante las últimas dos décadas, señalaron los autores, los psicólogos «han catalogado una larga lista de diferencias entre el Oriente y Occidente».
«La cultura occidental es más individualista y analítica en tanto que la cultura del este de Asia es más interdependiente e integral», según el artículo, que explica que «el pensamiento analítico usa categorías abstractas y razonamiento formal, en tanto el pensamiento integral es más intuitivo y a veces incluso acoge la contradicción».
Pero aunque mucho se habla y escribe acerca de las diferencias entre Oriente y Occidente, todavía no hay una explicación aceptada sobre las causas de tales diferencias, apuntaron los autores.
Esas diferencias tienen su expresión también adentro de China.
«Es fácil pensar acerca de China como una cultura única», indicó Talhelm, «pero nosotros encontramos que China tiene culturas psicológicas del norte y del sur que soy muy distintas».
«La historia del cultivo del arroz en el sur de China puede explicar por qué los chinos del sur son más independientes que la gente del norte, que cultiva trigo», añadió.
Según esta teoría, los métodos cooperativos de cultivo del arroz, que han sido comunes en el sur de China por siglos, hacen que la cultura en esa región sea más interdependiente y que se distingue de la cultura del norte donde se practica una forma más individual de cultivo del trigo también desde hace siglos.
En China mismo existe un reconocimiento de tales diferencias culturales entre las regiones dividas por el río Yangtzé, el mayor del país que fluye desde las montañas del oeste hacia el este y el Mar Amarillo.
En general existe la noción de que la gente del norte es más agresiva e independiente y la del sur más cooperadora e interdependiente, rasgos que se transmiten a otras expresiones culturales desde la cocina a las artes marciales.
El cultivo de arroz requiere un uso intensivo de mano de obra y demanda el doble de horas de trabajo que el trigo desde la plantación a la cosecha.
Además, el arroz se cultiva en terrenos irrigados, lo cual requiere la construcción de diques y canales y un uso comunal del agua, por lo cual los campesinos de los arrozales se unen para desarrollar y mantener la infraestructura de la cual todos dependen.
El trigo, en cambio, se cultiva en planicies más secas y se basta con el agua de la lluvia, de modo que sus cultivadores tienden a ser más individualistas.
Con una serie de exámenes psicológicos Talhelm y sus colaboradores encontraron que los chinos del norte son, de hecho, más individualistas y tienden a ser más analíticos en su pensamiento y, por lo tanto, más parecidos a los occidentales.
Los chinos del sur, añade el estudio, son más propensos a la interdependencia, el pensamiento integral y tremendamente leal a sus amigos y familias, rasgos comunes con otras zonas de Asia en las que predomina el cultivo del arroz como Japón y Corea.