Como seseñala en un comunicado de la organización agraria, "tras la mediocre y directamente mala cosecha de cereal, las caídas de precios agrarios han puesto la puntilla a los agricultores". En un año reciente como 2012, con una cosecha muy similar a la de este año, el trigo se pagaba a mediados de septiembre a 24,50 céntimos y la cebada a 25,54; en las mismas fechas de este 2014, se está pagando 16,91 céntimos por el kilo de trigo y 15,86 por el de cebada. Otro caso similar es el del maíz, que se pagaba en 2012 a 30,86 y en este 2014 se está ofreciendo a 16,47 céntimos. O el del girasol, cuya tonelada se pagaba en 2012 a 536 euros, que ya bajó a 311 en 2013 y que, atendiendo a lo que está ocurriendo en Andalucía, podría pagarse a una cifra inferior a 300 euros tonelada este año.

    La patata también está pasando un año dramático. Si a finales de agosto de 2013 se pagaba el kilo de jaerla a 24 céntimos y el de monalisa a 30, en agosto de 2014 se están ofreciendo unos 4 céntimos por la jaerla y 10 por la monalisa. El caso de la patata es especialmente bochornoso, porque el precio final que se marca para el consumidor sigue prácticamente inamovible.

    “Una vez más –denuncia el presidente de ASAJA de Castilla y León, Donaciano Dujo– los intermediarios y grandes grupos de distribución aprovechan para especular y llenarse la bolsa, a costa del agricultor y del consumidor.

    El anticipo de las ayudas PAC “no soluciona los problemas de precio, pero hoy por hoy, puede proporcionar un pequeño balón de oxígeno para afrontar los numerosos gastos de input que acarrea la nueva campaña de siembras”, subraya la organización agraria.

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