EFE.- Cuba prevé aumentar en un 20 por ciento la producción de azúcar en la cosecha 2011-12 que comenzará a finales de año, según dijo hoy un directivo del sector.
El jefe de la Oficina de Comunicación Institucional del Azúcar, Liobel Pérez, citado por la agencia estatal Prensa Latina, indicó que actualmente se aplica un programa de desarrollo que busca llegar a tener activas todas las fábricas azucareras de la isla.
En ese sentido precisó que el crecimiento de los volúmenes de caña disponible permitirá la participación de siete ingenios más con relación a la anterior, en la molienda que comenzará a finales de noviembre o principios de diciembre.
En Cuba hay 61 centrales que podrían hacer zafra si bien se ha decidido mantener activos a 56, de los que 46 molerán en la próxima campaña, de acuerdo con medios oficiales.
Pérez dijo que en la última cosecha se detuvo el decrecimiento de la producción, e incluso se logró incrementar en un ligero 7 %.
La industria azucarera cubana logró cumplir un "discreto" plan la zafra pasada, después que tocó fondo en la cosecha 2009-2010 cuando registró una producción de 1,1 millones de toneladas, la peor en 105 años de historia.
Pérez también informó que el sector del azúcar es el primero del país en concluir el proceso de reordenamiento económico que ha posibilitado reducir el número de empresas en el ramo, de 139 a 26 en la nueva estructura.
"Se aligeró el aparato administrativo, se mantuvo intacta la base productiva, y ahora hay más vínculos entre ésta y la dirección", apuntó.
Entre 2002 y 2004, Cuba ya redujo el número de sus centrales de 156 a 61, eliminó más de 100.000 plazas de trabajo y disminuyó la superficie de cultivo de 2 millones de hectáreas a unas 750.000, de acuerdo con datos oficiales.
El Gobierno cubano anunció a finales de septiembre pasado que había decidido suprimir el Ministerio del Azúcar y crear en su lugar el Grupo Empresarial de la Agroindustria Azucarera.
La decisión fue considerada parte del plan para redimensionar el sector y "aligerar sus estructuras" para modernizarlo con una gestión más eficiente, nuevas tecnologías y conformar un sistema empresarial capaz de generar con sus exportaciones moneda libremente convertible para financiar los gastos propios.