La inversión necesaria promedio no sería inferior a los 6.000 euros por hectárea, ya contando el precio de la tierra. A los tres euros que cuesta de media cada árbol se le ha de sumar la instalación de riego —que se lleva la mayor parte de los costes— la maquinaria y la mano de obra, según recoge Vidal Maté en economia.elpais.com.
El objetivo de la operación es lograr unos rendimientos medios por hectárea de entre 1.500 y los 2.000 kilos, mucho mejores que las actuales pero aún por debajo de las referencias del mercado global. y, sobre todo, muy por encima de la producción media apenas llega a 80 kilos por hectárea de secano que se alcanza actualmente en España, y eso a pesar de que los rendimientos se han ido incrementando poco a poco.
El regadío de la almendra tiene unas necesidades de agua similares a las de otros cultivos tradicionales, como el maíz. Las nuevas plantaciones tendrán entre 400 y 2.000 plantas por hectárea, dependiendo de si se implanta el sistema intensivo o superintensivo; con este último, los primeros frutos podrán obtenerse al cabo de tres o cuatro años.
Para De La Viuda esta iniciativa, denominada ‘Operación Almendros’, similar a la que desarrolló hace años Deoleo con su ‘Proyecto Tierras’ que tan buenos resultados dio, es una opción de futuro tanto para garantizar su propio suministro como para competir en el mercado internacional donde se está viviendo un incremento significativo de la demanda, en especial desde el mercado asiático.
Por ello, y para garantizar este cultivo y evitar los problemas que ha sufrido el sector este año, está buscando localizaciones sobre todo en regiones donde no se produzcan fuertes heladas, en particular en el centro y sur de España. La empresa aún no ha decidido las variedades a utilizar, si las de cáscara blanda dominantes en Estados Unidos o las españolas, de cáscara dura. En todo caso, De la Viuda busca que sean especies de crecimiento tardío para aumentar su protección frente a condiciones climatológicas adversas.