Según se indica en una nota, cabe destacar que la actividad que pretende regular el decreto, la gestión de estiércoles y residuos ganaderos generados en las explotaciones ganaderas intensivas, se encuentra ya suficientemente controlado y penalizado su uso incorrecto por normativa europea, estatal y autonómica, "por lo que la entrada en vigor de este decreto no aportaría mayor seguridad al correcto uso de los estiércoles como fertilizante agrario, pero sí que traerá más burocracia y más incertidumbre tanto al ganadero como al agricultor que utiliza el estiércol como fertilizante en su explotación".
Por eso, a su entender el decreto "parte del error de considerar los estiércoles ganaderos como un residuo, a pesar de que el Reglamento (CE) 1069/2009 del Parlamento Europeo y del Consejo, lo consideran como un subproducto animal de categoría 2, que al ser empleado como fertilizante agrario deja de ser un residuo.
Recordar una vez más que con el uso de los estiércoles ganaderos como fertilizante agrario aporta un importante ahorro a las explotaciones agrarias y supone una práctica ambientalmente interesante pues evita el uso indirecto de combustibles fósiles".