Once de estos 17 linces fallecidos en los nueve primeros meses de este año pertenecían a la población de Sierra Morena y los seis restantes a la de Doñana.

    Córdoba es la provincia andaluza donde han muerto más linces atropellados en este ejercicio, con siete felinos muertos, seguida de Huelva, con cinco; Jaén, con cuatro, y Sevilla, con uno.

    Además de estos 17 linces fallecidos por atropello en las carreteras o en las líneas ferroviarias se tiene constancia de, al menos, otros cuatro ejemplares muertos de manera no natural: un lince apaleado en Vílches (Jaén), donde también se localizó otro felino del que, pese a estar radiomarcado, sólo fueron hallados su restos óseos; un cachorro más muerto en Huelva, cerca de una carretera y el lince reintroducido en Extremadura que murió unas semanas después por envenenamiento en Valencia de las Torres (Badajoz).

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