Con Nosso, Menade lleva a la máxima expresión su apuesta por naturaleza y su biodiversidad, el terreno, la climatología y la variedad verdejo. Prueba de ello es la imagen que han elegido para este vino y que representa a dos de los habitantes que pueblan el viñedo: el caracol, símbolo de la tierra y los ciclos vitales, y la abeja, que representa trabajo y dulzura.
Un paso firme hacia la producción natural por la que seguirán apostando en los próximos años.