En este sentido, CIRCE ha realizado un estudio de mercado en los seis países de la Unión Europea que participan en el proyecto, con el fin de conocer la opinión de los consumidores, expertos y productores de vino sobre un etiquetado que refleje el grado de sostenibilidad de su proceso de fabricación.
Los resultados obtenidos muestran que actualmente, y a pesar del vacío de información sobre viticultura y vino sostenible, existe una importante disposición positiva por parte de los consumidores.
Respaldo del 90% del sector que reconozca el esfuerzo de mejorar los vinos
De los cerca de 1.000 encuestados, más del 90% han manifestado un gran interés en que los productos del sector vitivinícola incorporen un sello que garantice los esfuerzos de los productores por mejorar la sostenibilidad de sus vinos.
A partir de este estudio Eco-ProWine propondrá una etiqueta a nivel europeo, a utilizar por los fabricantes de vino que cumplan unos requisitos medioambientales y que indicará su participación en un programa de sostenibilidad.
De este modo, las bodegas involucradas conseguirán importantes ahorros económicos a la vez que un producto diferenciado y más respetuoso con el medioambiente sin que la calidad se vea alterada.
El proyecto Eco-ProWine, cofinanciado por la Comisión Europea, nació en 2012 con el objetivo de reducir el impacto medioambiental en la producción del vino.
Actualmente el proyecto ya ha realizado un primer análisis del proceso de producción en las 105 bodegas participantes, identificando en cada una de ellas los puntos críticos en términos económicos, sociales y medioambientales (consumo energético, emisiones de CO2 o generación de residuos).
Primera base de datos del sector vitivinícola de Europa
Estos análisis han permitido desarrollar la primera base de datos con información del sector vitivinícola en Europa, así como de los impactos medioambientales de cada fase del proceso de producción.
Los resultados han revelado que los consumos de vidrio en embotellado, gasóleo, electricidad y de cartón para embalaje son los factores que tienen mayor influencia en las emisiones de gases de efecto invernadero.
Por otro lado, Eco-ProWine ha desarrollado una herramienta "online" que permite, a partir de información proporcionada por las bodegas, evaluar los impactos medioambientales de los procesos, ofreciendo un conjunto de buenas prácticas aplicables a aquellas fases que tienen mayor efecto en el indicador global de sostenibilidad.