Otras aspectos que se expondrán en esta actividad educativa, que concluye el viernes, están vinculados a la alimentación animal y los efectos de ésta en las calidad de los quesos, el manejo sostenible de los pastos naturales, la ordenación eficiente de las zonas de pastoreo, etc.

     Tradicionalmente el pastoreo ha estado ligado a las razas autóctonas. Cuando los sistemas son antiguos existe un equilibrio que hace que la explotación sea sostenible, sin embargo, se observa cada vez más desertización y agresiones medioambientales ligadas a esta actividad cuando se rompen los sistemas tradicionales -con la introducción de razas nuevas, por ejemplo- o cuando simplemente se destruye un medio natural para convertirlo en recursos pascícolas, es decir, destinados a la alimentación del ganado.

     El desafío en estos momentos es el aprovechamiento de las nuevas condiciones para preservar el paisaje, sin que ello afecte a la calidad de los productos, condición que viene dada, en buena parte, por el consumo de plantas autóctonas de pastoreo. Favorecer, planificar, mantener y ampliar las zonas de pastoreo; mejorar los pastos naturales de las zonas climáticamente más favorables y estudiar la posibilidad de utilizar los cortafuegos como zonas de pastoreo controlado, pueden ser elementos que ayuden a conseguir ese objetivo.

(Foto: Archiv www.saltodelpastorcanario.org)

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