EFE.- Según ha informado la UPV en un comunicado, el estudio desarrollado por los investigadores del Instituto Agroforestal Mediterráneo y el Departamento de Informática de Sistemas y Computadores de la UPV ha concluido que la mayoría de insectos analizados -un 54 %- recorre distancias cortas, de menos de 100 metros.

De este modo se puede determinar hasta qué distancia hay que aplicar medidas de control de la plaga para evitar su dispersión.

En este estudio, publicado en el Bulletin of Entomological Research, se ha analizado el comportamiento de estos insectos con una cámara equipada con un molino de vuelo conectado a un ordenador, tecnología que ha permitido evaluar parámetros como la distancia recorrida, la duración del vuelo o la velocidad media y máxima.

En sus conclusiones, el estudio señala que la mayoría de insectos analizados -un 54%- recorre distancias cortas, de menos de 100 metros; el 36 % voló entre 100 y 5.000 metros; y un 10 % fue capaz de volar más de 5.000 metros.

"Comparando los resultados con otros trabajos que hemos realizado en campo, podemos concluir que cuando se detecta un insecto, todas aquellas palmeras que están hasta 500 metros de distancia corren grave riesgo de ser infestadas", apunta Antonia Soto, investigadora del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la UPV.

Respecto al sexo, determinaron que no incide en el potencial de vuelo del insecto, mientras que en el caso de la edad, observaron que en los insectos de entre 8 y 23 días el porcentaje de insectos que vuela es mayor que en los recién emergidos.

"Las conclusiones que hemos obtenido respaldan los estudios que hemos realizado en campo y aportan importantes claves sobre la movilidad del insecto. Este tipo de información ayuda a mejorar el manejo de esta plaga y encontrar medidas de control más eficaces", han apuntado los investigadores responsables del estudio.

"En un nuevo foco de palmeras con picudo, ahora podemos saber hasta qué distancia hemos de aplicar medidas de control de la plaga para evitar, o al menos disminuir, su dispersión o podemos conocer cuál sería el perímetro de seguridad que se debe aplicar en una zona con presencia de picudo", añade Juan Antonio Ávalos, investigador del Instituto Agroforestal Mediterráneo de la UPV.

En los ensayos de campo, los investigadores de la UPV han comprobado que la mayoría de los adultos de ‘rhynchophorus ferrugineus’ se dispersan volando distancias cortas, menos de 500 metros, coincidiendo con los resultados obtenidos en laboratorio.

Por otra parte, la distancia máxima a la que se recapturaron los adultos fue de 7 kilómetros desde el punto de suelta, una distancia muy inferior a la obtenida en las pruebas en laboratorio, que fue de casi 20 kilómetros.

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