Esto se traduce en el aumento de los precios de fertilizantes minerales y de los propios alimentos, en el empleo de prácticas poco seguras como el uso de aguas residuales no tratadas para riego y/o en daños ambientales por la sobreexplotación de los recursos.
Las aguas regeneradas son un recurso de extraordinario potencial para complementar a los recursos hídricos convencionales. La reutilización de las aguas regeneradas para riego agrícola, tiene como principales beneficios, además del aumento de los recursos hídricos disponibles, un importante ahorro de fertilizantes; sin embargo, su utilización aún no está suficientemente difundida en la mayoría de regiones españolas.
El 18% de las aguas residuales se reutilizan en Andalucía
En Andalucía, aproximadamente un 18% de las aguas residuales tratadas es reutilizado según el INE (2010), principalmente en campos de golf. En el campo agrícola la reutilización es aún reducida y existe un enorme potencial de aplicación, especialmente en las zonas litorales, donde el agua se vierte al mar, desaprovechándose su capacidad de generar empleo y riqueza y de resolver problemas de desabastecimiento y de falta de recursos hídricos, muy típicas de climas mediterráneos.
A pesar de que se han hecho importantes esfuerzos locales como las actividades e iniciativas de investigación para el tratamiento de aguas residuales y su reutilización en la agricultura, zonas verdes y campos de golf, es necesario un enfoque integral entre las regiones que se enfrentan a retos similares en Europa para que se incentiven la colaboración científica, gubernamental y empresarial en el ámbito de la reutilización de aguas residuales.
Esta es la situación de partida del proyecto SuWaNu, que pretende desarrollar estrategias que mejoren la capacidad de innovación y el aumento del uso eficiente de los recursos agrícolas, así como la mejora de la cooperación a nivel regional y europeo e incentivar la integración de los distintos grupos de investigación con el fin de promover el desarrollo económico y la competitividad de las regiones en el ámbito empresarial europeo.
El proyecto SuWaNu está financiado por la Comisión Europea dentro del Séptimo Programa Marco, con un presupuesto de 1.610.484,74 € y está coordinado por la empresa española BIOAZUL S.L. Tendrá una duración de 30 meses y cuenta con la participación de 20 socios europeos.
El consorcio de SuWaNu está constituido por cinco clusters de cinco regiones europeas (Alemania, España, Grecia, Malta y Bulgaria). Los clusters han sido constituidos siguiendo el enfoque de cuádruple hélice que implica a centros de investigación, empresas (tanto desarrolladoras de tecnologías como agrícolas) y asociaciones, todas ellas relacionadas con la regeneración de aguas residuales y su reutilización en el sector agrícola.
El cluster español está formado por el Instituto Andaluz de Investigación y Formación Agraria, Pesquera, Alimentaria y de Producción Ecológica (IFAPA), la Asociación de Comunidad de Regantes de Andalucía (FERAGUA), la Agencia de Gestión Agraria y Pesquera de Andalucía (AGAPA) y BIOAZUL S.L., además cuenta con la colaboración de la Consejería Agricultura, Pesca y Desarrolló Rural.
Un amplio abanico de objetivos
Como principales objetivos del proyecto podemos destacar: Coordinar a los centros de investigación, las autoridades regionales, las empresas y las asociaciones para adoptar un enfoque integrado y proactivo hacia las aguas residuales y la reutilización de nutrientes, mejorando la situación económica y las condiciones ambientales de Europa.
Asimismo, se apuesta por fortalecer el potencial investigador de las regiones europeas para mejorar el desarrollo de los grupos regionales, impulsado por la investigación en el tratamiento de aguas residuales para la reutilización de agua y nutrientes en la agricultura.
De igual forma se impulsa el sector agrícola europeo y crear oportunidades de negocios entre las PYMES, asociaciones y Centros de Investigación, gracias al soporte de las autoridades públicas, a través de formulaciones de políticas adecuadas.
También se fortalece a las asociaciones público-privadas (APP) entre las autoridades y las PYMES (empresas agrarias, de campos de golf y tecnológicas) para inversiones comunes en sostenibilidad y tecnologías eficientes para la gestión de recursos.
Otro objetivo es crear situaciones que beneficien tanto al sector agrícola como al del tratamiento de las aguas residuales, así como propiciar un mejor uso de los fondos estructurales en I + D mediante la mejora de las sinergias entre todos los actores regionales, principalmente mediante el desarrollo de estrategias regionales de investigación.
Por último, se quiere impulsar el aprovechamiento de aguas regeneradas en el riego de zonas verdes y campos de golf por su elevado potencial de crecimiento.