El ministerio fiscal, a la vista del veredicto –facilitado por el Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV)–, decidió rebajar la petición de condena para el acusado hasta los tres años y 11 meses de cárcel, frente a los 17 que le requería inicialmente, según informa Ramón Ferrnado en www.levante-emv.com.

Se arrasaron más de 650 hectáreas

      Los hechos se remontan al 1 de junio de 2012, una semana después de que el Ayuntamiento de Chelva comunicara las personas admitidas para las tres plazas de peón forestal que había sacado, y entre las que no se encontraba el acusado –de 56 años–, pese a que si que había optado a ellas.

     En el momento del incendio –que arrasó 656,54 hectáreas–, el acusado narró que se dirigió a una partida local a por una lata de gasolina para desbrozar un trozo de acequia, luego hizo una parada a lo alto del pueblo de Chelva, y seguidamente bajó y se fue a un chiringuito a tomarse un par de cervezas.

    Cuando llegó a lo alto del pueblo, a ‘Corral Alto’, estacionó su coche para "liar un cigarro", y al girarse fue cuando vio el humo, pero ninguna llama. En este punto, el fiscal mantuvo que el acusado escogió el punto exacto para provocar el incendio, como venganza al Ayuntamiento, "a sabiendas que tanto por las condiciones meteorológicas como por las características del lugar el fuego se propagaría de forma muy rápida", y luego se dirigió a ‘Corral Alto’, donde tenía una "magnífica panorámica", para contemplar la evolución del incendio "sin avisar a nadie de la propagación".

    Seguidamente –según el mismo relato del fiscal–, el hombre acudió a un chiringuito de Chelva donde se tomó dos cervezas y se "despreocupó" de las consecuencias de su conducta. Al respecto, el acusado reconoció que luego se fue al chiringuito, pero negó que provocase o viese cualquier incendio.

(Fpoto: Archivo www.greenpeace.org)

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