Allí, se constató la existencia de 89.500 kilogramos de este género, de los cuales 19.440 kilogramos se encontraban envasados en sacos sin etiquetar, permaneciendo el resto suelto para su venta a granel. En ambos supuestos carecían de documentos de acompañamiento que garantizaran la trazabilidad del producto.
Las pesquisas han demostrado que el fertilizante era vendido por el denunciado a otros agricultores de la zona, sin factura ni documento alguno. Ofrecía un precio menor al del mercado; por contra el producto carecía de la debida garantía sanitaria.
La línea de investigación abierta ha permitido localizar la empresa originaria y productora del fertilizante, ubicada en Navarra, que facilitaba el nitrato sin etiquetar al agricultor burgalés, por lo que adicionalmente se ha levantado un segundo acta-denuncia.