EFE.- Según un comunicado de la empresa, que tiene su sede en Esplugues, la investigación ha comparado la comida que elegían los niños cuando ayudaban a preparar su propio menú y la que consumían cuando no lo hacían.

Según la nutricionista que ha dirigido el estudio, Klazine Van Der Horst, «detectamos que los niños que ayudan en la cocina ingieren una cantidad significativamente mayor de verduras».

En su opinión, «los resultados sugieren que la participación de niños en la preparación de alimentos puede ayudar a desarrollar hábitos alimentarios saludables y aumentar el consumo de vegetales».

El informe se ha realizado el pasado mes de marzo y se ha basado en el estudio de los hábitos de 47 familias suizas con hijos de entre 6 y 10 años.

A los padres se les pidió que preparasen una comida compuesta de varios alimentos, incluyendo pollo empanado, ensalada, coliflor y pastas.

La mitad de los niños se involucró en la elaboración de la comida mientras que el resto jugaba, y se observó que los niños que habían preparado la comida junto a sus padres comieron casi un 76 % más de ensalada.

El estudio también demuestra que los niños que habían colaborado en las tareas de la cocina se sentían mejor, más orgullosos, más independientes y con emociones más positivas.

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