Numerosos estudios demuestran que el sulforafano (reconocido científicamente como un agente quimio-protector contra el cáncer) y los isotiocianatos presentes en el brócoli pueden detener el proceso de proliferación celular de las etapas iniciales del cáncer de próstata, colon, mama, hígado, vejiga, huesos, páncreas, piel o leucemia.
De la misma familia que estas verduras crucíferas, el nutricionista ha señalado las coles de Bruselas, rábanos, berros, acelgas, nabos, rúcula, berza y mostaza rizada. Todas ellas "contienen elementos que combaten el cáncer, así como antioxidantes que eliminan los radicales libres" presentes en el organismo y que son capaces de causar daño celular o genético, lo cual puede dar lugar al cáncer.
Una de cada tres muertes de cáncer podría evitarse con una alimentación adecuada
Una de cada tres muertes por cáncer podría evitarse con una alimentación adecuada, ha asegurado De Lorenzo en el taller Nutrición y Prevención del Cáncer, organizado en el XIX Congreso de la European Association of Hospital Pharmacists, en que se realizó un test de determinación a la sensibilidad de la FilTioCarbamida para determinar la capacidad de detectar su sabor amargo.
Las personas sin rechazo gustativo innato a las verduras crucíferas pudieron degustar una tapa de brócoli y almejas, mientras que a las personas sensibles se les ofrecieron alternativas anticáncer como las legumbres, con la ingesta de hummus y tomate.
El te verde, los cítricos, el arroz integral, el aceite de oliva, el tomate, el yogur, los frutos rojos, el jugo de granada, el pescado, la miel, el ajo y la cebolla y la manzana son otros de los alimentos protectores contra el cáncer.
(Foto: Archivo www.bebesymas.com)