EFE.- En rueda de prensa, Valín ha reconocido que la revisión de precios de los materiales por el retraso en la obra supondrá un sobrecoste.
Sin embargo, ha sostenido que lo que supuso «un desastre» para el Ministerio de Medio Ambiente y para la regulación de la cuenca, que sufre problemas de inundaciones y sequías, fueron los ocho años que transcurrieron entre la adjudicación de la obra en 2002 y su paralización hasta que comenzaron las obras en 2010, aunque no ha concretado el incremento presupuestario que ha supuesto.
En este momento, hay cuarenta personas trabajando en la presa, en consolidación de cimentación y galerías y los trabajos se generalizarán a finales de primavera y hasta noviembre, dado que las bajas temperaturas impiden el hormigonado durante el resto del año.
Valín ha reconocido que la dotación presupuestaria no permitirá un avance notable, aunque ha considerado que «lo importante es que no se paralice la actuación», que estima que podría estar lista para el llenado en tres o cuatro años.
El principal objetivo del embalse, que pasó de un presupuesto inicial de 70 millones de euros a 160 por varias modificaciones del proyecto, será la laminación de avenidas del río Arlanza, aunque también permitirá el riego de 6.000 hectáreas, la mejora en el abastecimiento de agua potable para 30.000 familias y el mantenimiento de un caudal ecológico.