Francia, por su parte, planteó la idea de una autorización a dos niveles (nacional y europeo), propuesta que no recabó el apoyo del resto de delegaciones, aunque Alemania pidió a la Comisión Europea (CE) que también la tenga en cuenta.
"Nos oponemos a empezar a debatir una propuesta totalmente nueva" advirtieron por su parte durante el debate países como Holanda y Hungría.
El ministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, Miguel Arias Cañete calificó la propuesta de compromiso de "base muy sólida de trabajo" y confió en que logre desbloquear el dossier.
"Es deseable que la UE tenga una norma que dé cobertura a nivel comunitario a la utilización de OGM y no sigamos en la lamentable situación de que, mientras todo el resto del mundo está desarrollando estas tecnologías" y avanzando en la investigación y cultivo, la Unión sea una isla alejada del progreso, dijo a su llegada al Consejo
El comisario europeo de Consumo y Sanidad, Tonio Borg, dijo al inicio de la reunión que "se debe aprovechar esta oportunidad" ya que "no hay otra alternativa mejor", e invitó a los Estados miembros a "avanzar" en una reforma presentada en 2010 y que lleva dos años bloqueada en el Consejo.
Un debate abierto desde febrero cuando no se logro votar ni a favor ni en contra
La necesidad de reabrir la reforma de los transgénicos se vio clara tras una reunión de ministros celebrada a mediados de febrero en la que los Estados miembros no consiguieron reunir la mayoría necesaria ni para rechazar ni para autorizar el cultivo del maíz transgénico 1507, resistente a ciertas larvas de insectos nocivos para la planta.
Pese a que 19 países votaron contra la autorización no se logró un acuerdo, por lo que la Comisión Europea (CE) anunció que, en aplicación de la normativa vigente, se verá obligada a aprobar el cultivo del nuevo maíz.
El comisario Borg invitó entonces a los países a reflexionar sobre la oportunidad de revisar la propuesta presentada en 2010 por la CE para modificar la directiva sobre los transgénicos.
La propuesta pretende dar a los Estados miembros más libertad para elegir si restringen o prohíben el cultivo de OGM en su territorio, sobre la base de argumentos distintos a los riesgos para la salud o el medioambiente.
En la actualidad, en la UE aplican salvaguardas contra el cultivo de OGM Francia, Grecia, Alemania, Luxemburgo, Bulgaria, Austria y Hungría.
(Foto: www.gastronomiaycia.com)