EFE.- Esta idea aparentemente sencilla no solo es una de las ideas más influyentes de la ecología evolutiva sino que además ha servido para inspirar docenas de libros y miles de estudios, y para abrir nuevos campos de investigación en las últimas décadas.
Por todo ello, la Fundación BBVA ha concedido hoy el Premio Fronteras del Conocimiento en la categoría de Ecología y Biología al padre de esta teoría, el entomólogo, ecólogo y biólogo de la conservación Paul R. Ehrlich.
Este experto en Lepidoptera (mariposas), conocido mundialmente por sus investigaciones sobre la superpoblación humana (es autor del libro "The population Bomb", 1968) es, en la actualidad, catedrático de Ciencias Biológicas y de Estudios de la Población de la Universidad de Stanford (Estados Unidos).
El jurado de este premio ha otorgado el premio a Ehrlich por "haber contribuido de forma decisiva a múltiples avances conceptuales en ecología y biología de la conservación, con una gran influencia en otras disciplinas académicas".
La contribución de Ehrlich a la ecología comenzó en 1964 con un artículo publicado en la revista "Evolution" en el que aseguraba que la razón de que haya tantas especies en la tierra (biodiversidad) es la co-evolución o interacción entre ellas, sin que medie un intercambio genético.
Es decir, que las interacciones entre las plantas y los animales configuran la evolución de las especies y, por tanto, es un aspecto clave en la generación de biodiversidad.
En el artículo, Ehrlich y su colega Peter Raven describían por primera vez un caso de coevolución, "un proceso hasta entonces infravalorado", según ha dicho el propio premiado vía telefónica al conocer el fallo del jurado.
En concreto, estos naturalistas describieron cómo las mariposas generaban unas enzimas que les permitían digerir las toxinas que algunas plantas producían como defensa.
Posteriormente, Ehrlich desveló cómo las interacciones ecológicas (depredadores, plantas, alimentos…) y el clima (sequías, humedad, condiciones extremas…) determinan la dinámica de poblaciones, es decir, la variación anual de la cantidad de individuos no sólo de una especie, sino de una especie en un lugar concreto, las llamadas "metapoblaciones".
Más recientemente, este entomólogo ha fundamentado científicamente la necesidad de reemplazar las actuaciones de restauración ecológica o repoblación de especies por la "intervención ecológica", es decir, reponer los sistemas ecológicos que las mantienen.
"Por ejemplo, las repoblaciones forestales prosperan mejor si además de limitarse a poner los plantones del árbol, se restablecen las interacciones con los hongos que fertilizan sus raíces (microrrizas)", ha explicado el profesor de investigación del Departamento de Ecología Integrativa en la Estación Biológica de Doñana del CSIC, y miembro del jurado, Pedro Jordano.
El jurado también ha resaltado el papel de Ehrlich en el concepto de servicios ecosistémicos, es decir, la relación o dependencia de nuestra sociedad con la naturaleza y los beneficios que recibimos de ella directa o indirectamente.
Son actuaciones casi invisibles pero "de un valor incalculable" para los humanos como el papel de los murciélagos de Indonesia que se comen unas polillas que arrasan los cultivos, o la fertilización natural de los suelos de Costa Rica destinados a plantaciones de café, o el papel de las riberas fluviales que purifican el agua de los ríos (…)", destaca el profesor Gerardo Ceballos, miembro del jurado y catedrático de Ecología en la Universidad Nacional Autónoma de México.