El pasado viernes, los agentes vieron como el furtivo había dispuesto dos lazos, sujetados con piezas metálicas que hacían de soporte y ponía cebos con pan y maíz.
Además, ante la posibilidad de que quedara algún animal atrapado, el cazador llevaba un hacha y un cuchillo, ambos de dimensiones considerables, para darles muerte en caso de que no se hubieran estrangulado por sí solos con el lazo.
Este tipo de trampas son métodos de caza prohibidos por la falta de selectividad con que actúan y por el hecho de que provocan una muerte muy cruenta de sus víctimas, que también pueden ser perros, ovejas o cabras, han recordado hoy las mismas fuentes.
Los agentes han puesto los hechos en conocimiento de la autoridad judicial competente y el furtivo podría ser sancionado por haber utilizado medios de caza no selectivos y por cazar especies de fauna que, a pesar de ser cinegéticas, está regulada su captura.
Según el departamento de Agricultura, la posible condena podría llegar hasta 2 años de prisión y 4 años de inhabilitación para la caza.
(Foto: Archivo)