Los investigadores de la UNED, en colaboración con el Centro Nacional de Selección y Reproducción Animal (Ciudad Real), han desarrollado un método pionero, por su rapidez, sencillez y sensibilidad, que detecta y cuantifica, de forma conjunta, los antibióticos de la familia ß-lactámicos más usados en veterinaria.
“Los antibióticos ß-lactámicos, entre los que se encuentra la penicilina, constituyen la familia más numerosa de los antimicrobianos que se prescriben tanto en medicina como en veterinaria para tratar enfermedades infecciosas, debido a su escasa toxicidad y amplio espectro”, explica Rosa María Garcinuño, investigadora de Ciencias Analíticas de la UNED y autora principal de la investigación.
El método, publicado en la revista Food Chemistry, se basa en una primera desproteinización de la muestra seguida de un proceso de extracción en fase sólida. Para su validación, los investigadores utilizaron muestras de leche procedentes de ovejas de raza manchega a las que no se les había administrado ningún antibiótico, y que fueron dopadas con concentraciones conocidas de los antibióticos objeto de estudio.
Mediante técnicas analíticas de separación y detección, los científicos pudieron averiguar si la concentración superaba los límites máximos de residuos establecidos por la Unión Europea que, dependiendo del antibiótico, pueden variar entre los 4 y 50 microgramos por kilogramo de leche. “Por su rapidez, puede ser empleado como método de análisis de rutina en las industrias lácteas”, afirma Garcinuño.
Resistencias bacterianas en el hombre
Consumir leche o productos animales que contienen residuos de antibióticos puede producir los mismos efectos perjudiciales que si se tomara de forma directa una dosis equivalente sin prescripción médica. “Aunque los efectos tóxicos son poco probables porque los residuos están presentes en pequeñas cantidades, pueden producir reacciones alérgicas en individuos sensibles”, subraya la investigadora de la UNED.
Otro efecto peligroso desde el punto de vista sanitario es que la persona que ingiera estos productos con residuos desarrolle resistencias bacterianas, ya que las bacterias pueden extenderse de unos organismos a otros, pasando de los animales al hombre.
(Fuente de la noticia: www.dicyt.com)