Para Molina, la posibilidad de alcanzar un "buen mercado" depende de que el sector sepa cerrar "buenos contratos con el extranjero", además de valorar la posibilidad de retomar la venta de raza genética fuera de España, una actividad que ya se hacía hace 600 años.
Uno de sus retos al frente de la Presidencia es mantener el estándar de la raza merina, es decir, "no dejarse influir por cruces y modas".
La asociación ha presentado ya ante el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente (Magrama) el proyecto para que le concedan el uso del logotipo "Raza Autóctona" en sus productos.
Durante su mandato quiere poner en valor la raza merina como "un patrimonio histórico y cultural" de España, ha añadido.