EFE.- La organización alerta de la importancia de esta variedad en la Comunitat Valenciana donde representa el 44 % de la producción de naranja y el 23 % del total citrícola, y concretamente en la comarca de la Ribera, que concentra el 28 % de esta variedad.

Según indica en un comunicado, los operadores comerciales argumentan que buena parte de la cosecha es de bajo calibre, de manera que únicamente se recolectan los tamaños superiores a los 70 milímetros, pero La Unió ha asegurado que en la campaña pasada se recogían calibres menores, de 67 milímetros.

A juicio de La Unió, el problema no es de calibre sino de falta de demanda de la naranja valenciana, cuya producción se ha solapado este año en los mercados con las naranjas procedentes del cono sur.

El retraso en ambas producciones ha motivado, según la organización agraria, que algunos operadores comerciales «desaprensivos» se apresuraran a competir «sin tener todavía las condiciones adecuadas para comercializar con otra de buena calidad importada».

El resultado ha sido el hundimiento del mercado de la naranja Navelina y la preocupación por ver cómo afectará a las otras variedades más tardías, añade.

La única opción que queda a los agricultores es venderla para zumo con unos precios «irrisorios», de 0,07 céntimos/kg por recoger y llevar al almacén, o de 0,025 céntimos ?/kg si la recogen en el campo y se la llevan.

Según el IVIA, los costes de producción de la variedad Navelina son de unos 0,22 euros/kg.

Además de la pérdida de ingresos para los productores, la mala campaña conllevará una reducción de trabajo en almacenes y menos trabajo para los recolectores -que tendrán una inferior protección social añadida para el resto del año-.

La Unió alerta de un problema añadido: como los campos parecen no recolectados, son atractivos para los robos al existir almacenes-fantasma que se dedican a comprar fruta hurtada.

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