Terrer es un dulce tierno y acaramelado, con una textura crujiente a la vez que cremosa. En boca, cada uno de sus ingredientes se percibe de forma individual, sin que ninguno destaque por encima del otro, muy fácil de maridad.
En su elaboración Terrer es un pastel que se ha trabajado lo mínimo, para evitar que el proceso de elaboración pueda desestructurar el pastel. Una vez mezclados los ingredientes y moldado, se cuece en horno a 180º. Finalmente, se marca con una pala eléctrica que consigue tostar el exterior con azúcar y se completa con chocolate y virutas de oro.