Explica que detectan posibilidades de negocio aún en mercados anglosajones como Reino Unido, EEUU o Canadá, especialmente en el segmento de los Jerez "premium".
Entre los productos de la compañía que encajan en este nicho de negocio, un Pedro Ximénez de Lustau de 30 años, una producción muy limitada de 1.000 botellas, "lo que da idea de la limitación y el microuniverso por el que estamos apostando".
Este caldo ha obtenido incluso el ‘Sherry Trophy’ que lo acredita como mejor jerez del mundo en 2013 en el International Wine & Spirit Competition que acoge la capital británica.
El Lustau Pedro Ximénez VORS pertenece a una gama de cuatro vinos compuesta por un amontillado, un palo cortado y un oloroso, además del citado vino galardonado.
En su día habilitaron una bota de 500 litros de cada uno de esos caldos, lo que da una idea de su exclusividad, ha puntualizado.
Premios que ayudan a forjar una marca
Según Carrizosa, este premio "supone la reafirmación de la calidad de los vinos de Lustau en el segmento súper premium y su liderazgo en la elaboración de vinos de alta gama".
El Pedro Ximénez VORS tiene su origen en la búsqueda y selección que Manuel Lozano, enólogo de Lustau (elegido mejor enólogo de vinos generosos del mundo por cinco años consecutivos por la International Wine Challenge, IWC), llevó a cabo entre las más viejas soleras de este vino, que la compañía envejece en sus "bodegas catedralicias".
"Que reconozcan a Lustau en una competición de tanto prestigio supone muchísimo para nosotros, ya que afianza nuestra marca entre los vinos super-premium", añade.
Iniciaron la exportación hace 35 años y "tenemos una red de distribución muy consolidada", detalla el director, que aún detecta posibilidades de crecimiento "bastante notables" porque hay muchos destinos que "están empezando a descubrir" los productos de Jerez.
Entre los ejemplos de destinos lejanos que mayor interés despiertan para la firma, también a Japón, Corea, Filipinas o China.
Sobre este último, López de Carrizosa recuerda que iniciaron las ventas en Hong-Kong aprovechando la influencia de la cultura británica en su antigua colonia y su atracción por el Jerez.
Posteriormente, han trabajado en la expansión hacia otras ciudades de la china continental, aunque reconocen la dificultad que supone abordar un mercado tan "segmentado" y con tantas regiones, que se comportan de facto como "minipaíses o micromercados".
En China, se alejan de una expansión desmedida porque sus objetivos son otros.
Una bodega de producción limitada o ‘boutique’
Lustau es una bodega de producción limitada o "boutique" que se ha centrado en la producción de una gama compuesta por una veintena de referencias de las tres ciudades principales del Marco de Jerez.
"Apuntamos a posicionar nuestros vinos en puntos de venta muy prestigiados, como restaurantes con estrella Michelín, hoteles de gran lujo, tiendas especializadas y delicatessen", añade.
Rusia es otro de los mercados de presente y futuro, según ha remarcado la compañía vitivinícola.
Tienen un importador y distribuidor desde hace cuatro años allí y sus productos se han hecho un hueco en una cadena de tiendas de superlujo especializada en vinos y espirituosos, comenta.
"El precio al que se están vendiendo nuestros vinos es francamente impresionante, con un target o perfil de cliente de un poder adquisitivo muy alto", concluye.