EFE.- El portavoz del Ejecutivo canario, Martín Marrero, ha detallado hoy en la rueda de prensa posterior al Consejo de Gobierno que la propuesta formulada por la empresa Langostino Real Canarias S.L es viable tanto desde el punto de vista ambiental como sanitario.

Martín Marrero ha comentado que el pasado mes de mayo esta entidad solicitó la autorización para llevar a cabo un proyecto de acuicultura de engorde de langostinos "Litopenaus vannamei" y "Penaus monodon".

   Según el Gobierno canario, su cultivo constituye una oportunidad real para la actividad acuícola, tanto desde el punto de vista de la diversificación del producto, como por su aptitud para la cría en cautividad.

   Sin embargo, ante los riesgos que comporta el cultivo de especies foráneas para la biodiversidad del medio que los acoge, la Ley 17/2003 de Pesca de Canarias, exige para su introducción la autorización previa por el Gobierno regional y previo informe de las consejerías competentes en materia de medio ambiente y sanidad, siempre que entrañe riesgos en estos ámbitos.

   En este sentido, el Consejo Europeo determina que "los acuicultores que se propongan efectuar la introducción de una especie exótica o la "translocación" de una especie localmente ausente no prevista, deberán solicitar el permiso correspondiente a la autoridad competente.

   Asimismo, establece que "podrán presentarse solicitudes relativas a movimientos múltiples que vayan a realizarse a lo largo de un período máximo de siete años", ha detallado el portavoz gubernamental.

   Para aprobar esta autorización, según establece la ley, el Viceconsejero de Medio Ambiente ha formulado declaración de impacto ecológico en la que se señala que las consecuencias previsibles son "poco significativas".

   También determina que esta autorización quede condicionada al cumplimiento de una serie de condicionantes ambientales, que aluden a aspectos vinculados a las obras y características técnicas de las instalaciones donde se va a desarrollar la actividad acuícola y también a las relativas a la bioseguridad del producto.

   De este modo se establece que todas las partidas de langostinos importadas por el promotor deberán contar con el correspondiente certificado SPF (libre de infecciones).

   Asimismo, ha precisado Marrero, el promotor deberá llevar un registro de todas las partidas vendidas en el archipiélago canario, con los datos de identificación y dirección del comprador, cantidades y fechas y en ningún caso se comercializarán ejemplares vivos.

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