El presidente del Cabildo grancanario ha preferido no adelantar ninguna estimación sobre la cuantía de las reclamaciones que van a plantear los afectados, pero sí ha precisado que se intentarán paliar los perjuicios ocasionados en viviendas, instalaciones ganaderas, rebaños, vehículos, árboles frutales y en otro tipo de propiedades de los municipios de San Mateo, Tejeda y Valleseco.

    Las ayudas económicas tendrán carácter directo y su cuantía se determinará a partir del informe que va a emitir el equipo técnico constituido hoy por el consejo de gobierno del Cabildo, con personal de los departamentos de Patrimonio y Agricultura y Ganadería.

    "Se habilitarán los créditos necesarios. Confiamos en que no sean de una cuantía excesiva y que podamos hacer frente rápidamente a esas ayudas", ha señalado Bravo de Laguna, que está convencido, por las informaciones preliminares de que dispone a través de los ayuntamientos, de que el Cabildo "está en condiciones de sufragar, por los menos en parte, los daños que produjo el incendio".

Serán "cuentías importantes"


    El presidente del Cabildo ha subrayado que la intención del equipo de gobierno es que "las ayudas sean importantes en su cuantía, pero sobre todo en su rapidez", por lo que el equipo técnico deberá terminar su trabajo "en 10 ó 15 días", para llevar las propuestas de pago al consejo de gobierno "lo antes posible".

    "Desde luego, clarísimamente, antes de finalizar el año aquellas personas que hayan sido afectadas por el incendio y a las que nosotros podamos ayudar desde el Cabildo van a recibir esa prestación económica", ha insistido.

    Bravo de Laguna ha recordado que tanto el Gobierno de España como el de Canarias han expresado su disposición a ayudar a los afectados. El Cabildo, ha precisado, no pretende coordinar a las demás administraciones, porque eso provocaría que "pasaran meses", sino solo responder con sus recursos con rapidez.

    "Si las demás administraciones quieren sumarse, pues nos parece bien, porque a lo mejor nosotros no podemos cubrir el 100% de los daños, ni tampoco tenemos obligación de hacerlo", ha apuntado.

    El presidente del Cabildo de Gran Canaria ha argumentado que la corporación no quiere que se repita lo ocurrido con el incendio de 2007, algunos de cuyos afectados aún no han cobrado las ayudas. "Eso no puede ser. Es verdad que aquel incendio tuvo otra dimensión, pero la gente está un poco cansada de promesas que no se cumplen", ha argumentado.

Desmienten que el origen fuera una quema de rastrojos


    El balance final del incendio determina que alrededor de 50 hectáreas de terreno de la cumbre de Gran Canaria resultaron afectadas por el fuego, en diferentes grados.

    Respecto a la investigación, Bravo de Laguna ha explicado que aún no ha recibido ninguna información por parte de la Guardia Civil, pero sí ha querido desmentir los comentarios que asociaban su origen con una posible quema de rastrojos autorizada por el Cabildo.

    "Eso es falso. Se ha comprobado que no se autorizó quema de rastrojos alguna. Las condiciones que había en aquellos momentos, con escasa humedad y alta temperatura, hubieran imposibilitado que los servicios del Cabildo, que son muy escrupulosos al respecto, hubieran autorizado quema alguna", ha indicado.

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