EFE.- David Osborn, director de los Laboratorios para el Medio Marino que la OIEA tiene en Mónaco, y Hartmut Nies, responsable del Laboratorio de Radiometría del organismo, realizan la visita desde hoy hasta el próximo día 12 de noviembre.

   Los días 7 y 8 de noviembre ambos tomarán muestras de agua en la costa de la prefectura de Fukushima y observarán los análisis que se realizan en la propia planta nuclear para detectar los niveles de contaminación en el mar.

   Durante su estancia también tienen previsto analizar a fondo con las autoridades niponas, incluida la Agencia de Regulación Nuclear (NRA), los procesos de seguimiento que se están llevando a cabo en este terreno.

   Se espera los datos obtenidos en esta visita sean de ayuda para la próxima delegación de expertos que el OIEA enviará a Japón para analizar el desmantelamiento de la accidentada planta nuclear, afectada por el terremoto y el tsunami del 11 de marzo de 2011.

   El organismo con sede en Viena (Austria) tiene previsto despachar esa nueva misión de expertos hacia finales de noviembre.

   Debido a la acumulación de agua contaminada en los sótanos de la planta, se cree que ésta vierte a diario unas 300 toneladas de líquido tóxico al mar.

   Luchar contra esta acumulación de agua, mezcla del liquido refrigerante de los reactores y de los acuíferos subterráneos, es el principal reto para los más de 3.500 operarios que trabajan a diario en la central.

   El accidente en la central nuclear de Fukushima Daiichi, el peor desde el de Chernóbil en 1986, mantiene evacuadas a unas 52.000 personas que residían cerca de la planta y ha afectado gravemente a la agricultura, pesca y ganadería local.

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