El consejero de Agricultura, Juan Ramón Hernández, manifestó su satisfacción por este logro e indicó que el registro europeo de la Denominación de Origen Protegida Papas Antiguas de Canarias “supone el reconocimiento a un producto canario de calidad indiscutible, y que los operadores puedan beneficiarse de la protección y de las acciones que tiene prevista la normativa europea para alimentos de calidad diferenciada".

   Se trata de un paso de gran importancia para el sector en el que se ha venido trabajando desde hace varios años. La solicitud inicial fue presentada por la Asociación de Organizaciones de Productores de Plátanos de Canarias (ASPROCAN) en enero de 2010 ante el Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria (ICCA), que contribuyó a la elaboración de la documentación que se presentó ante el entonces Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino, para la concesión de la protección nacional transitoria, de la que disfruta desde mayo de 2010.

   Esta colaboración, junto al buen hacer y el trabajo del sector platanero para ofrecer un producto de calidad y único, ha hecho posible la obtención de este distintivo que permite distinguir la singularidad del Plátano de Canarias.

   Quedan amparadas bajo esta IGP los plátanos de la variedad Cavendish de la especie Musa acuminata Colla cultivados en Canarias y destinados al consumo en fresco. Asimismo, se establece una zona geográfica de producción delimitada, centrada en los terrenos de uso agrario del Archipiélago situados por debajo de los 500 metros sobre el nivel del mar.

   Las suaves temperaturas y los vientos húmedos que llegan a las Islas marcan el lento desarrollo de las plataneras y el mayor tiempo de maduración del fruto, aspectos que determinan las características diferenciales que avalan la notoriedad de la marca.
Los plátanos producidos en el Archipiélago bajo estas condiciones presentan un gusto característico a causa de su composición con alto nivel de azúcares y baja cantidad de almidón. Esto incrementa su dulzor y hace que presente mayor contenido en potasio y fósforo y una menor cantidad de sodio y calcio con relación al plátano de otros orígenes.
 
    Además, la riqueza en compuestos aromáticos característicos le aporta un intenso aroma y la gran actividad enzimática le aporta las características motitas pardas en la piel, que se han convertido en su signo de identidad. Todos estos aspectos diferenciales le confieren al Plátano de Canarias unas cualidades físicas, químicas y organolépticas distinguidas y apreciadas por el consumidor.

    En cuanto al calibrado, que es obligatorio, se establece por la longitud del fruto y el grosor, siendo los valores mínimos de 14 cm y 27 mm respectivamente.
La solicitud de reconocimiento del “Plátano de Canarias” se basa en la reputación del producto. No obstante la notoriedad de este producto es el resultado de una combinación de factores históricos, naturales y humanos. Este sello de calidad constituirá un apoyo al plátano canario favoreciendo la diferenciación, garantizando las características propias del producto, la trazabilidad para el consumidor y reforzando la identidad del plátano al territorio canario.

    Desde el inicio de la actual legislatura, el Gobierno de Canarias, a través del Instituto Canario de Calidad Agroalimentaria ha trabajado para que el mayor número de producciones agrarias de las Islas obtengan sellos de protección europea, y ha centrado sus esfuerzos en productos como el plátano, las papas- que fueron el primer producto de Las Islas en obtener el sello europeo de Denominación de Origen protegida-, el Gofio canario y la Miel de Tenerife, para los que ya se han solicitado dichas distinciones, actualmente en trámite.

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