Grandes y pequeñas bodegas compiten para posicionarse en el lucrativo mercado de los rosados -especialmente los de corte “provenzal”, de color rosa pálido-, un segmento que ha vivido una oleada de lanzamientos tras el éxito de ventas en los principales destinos “de moda” internacionales.
Algunas denominaciones llevan años confiando en los vinos rosados, como Cigales -conocida como la cuna de los “claretes”-, Navarra o Penedès, pero no ha sido hasta fechas más recientes cuando nuevas referencias “premium” están suscitando un renovado interés.
desde campo viejo creen que “la moda de los rosados ha llegado para quedarse en España”
Miraval -de Brad Pitt y Angelina Jolie- o Château de Selle, de Domain Ott, han sido precursores de la nueva revolución del rosado (provenzal), una “ola” que bodegas españolas no quieren dejar pasar.
La directora enológica de Campo Viejo, Elena Adell, firme convencida de la versatilidad de estos vinos, apunta a Efeagro que “la moda de los rosados ha llegado para quedarse en España”.
Reconoce que, durante demasiados años, no han sido valorados suficientemente por los consumidores, las tiendas y los restaurantes frente a los tintos y blancos, a pesar de que los rosados son los más difíciles de elaborar -someten a los enólogos a grandes retos tecnológicos- y ofrecen grandes posibilidades gastronómicas.
Pequeños fallos de cálculo en bodega pueden dar al traste con un vino rosado, a lo que se añade la dificultad de “ajustar” el color en unas referencias que se mueven en un amplio abanico de tonos, desde los pálidos, casi blancos, a los rosas “chicle”, detalla.
La venta de vinos rosados habrá crecido el 7,7 % para 2017, según fuentes del sector, mientras que los blancos y tintos lo harán el 4,7 %; y los grandes grupos vitivinícolas han tomado posiciones.
Es el caso de Monólogo Rosado (Grupo Freixenet) -cien por cien garnacha de la DO Navarra y de color rosa pálido y brillante- o de Codorníu Raventós, que hace tres años se marcó el objetivo de aprovechar este alza de la demanda que detectó fuera de España.
El Grupo Codorníu Raventós, por ejemplo, ha aumentado sus ventas de rosado el 32 % en volumen en los dos últimos años, aunque la tendencia de crecimiento continuará, según explican desde la firma.
“Desde hace tres años, existe una tendencia en el aumento del consumo de vinos rosados, sobre todo de un estilo muy concreto»
Por su parte, Ramón Bilbao ha lanzado Lalomba, “un vino de lujo rosé que crea tendencia en Reino Unido, sobre todo entre hombres con un toque moderno y transgresor, marcando las horas del aperitivo”, asegura el director técnico de la bodega de Haro, Rodolfo Bastida.
Grupo Torres comercializa Viña Esmeralda Rosé y Jean Leon Rosé (un pinot noir de la DO Penedès), pero hay muchos otros ejemplos.
Entre los últimos productos en comercializarse, figuran el Arbayún Rosado 2015 (Baja Montaña Viñedos y Bodegas), una edición limitada que firma el enólogo Fernando Chivite.
“Desde hace tres años, existe una tendencia en el aumento del consumo de vinos rosados, sobre todo de un estilo muy concreto del que Larrosa fue uno de los pioneros”, destacan fuentes de Izadi (Grupo Artevino), tras recordar que es precisamente esta categoría la que más está creciendo en el ámbito de la DOCa Rioja.
Por su parte, J.Chivite Family Estates ha sacado hace tan sólo unas semanas “Chivite Las Fincas 2015”, el “rosado-joya” que surge de la relación entre esta familia de bodegueros y la del chef Juan Mari Arzak, y que no es ajena a la moda de este tipo de vinos.
Marqués de Murrieta también ha irrumpido con fuerza con su “Primer Rosé” que, según afirman desde la compañía, “marcará un antes y un después en la historia del rosado en España”, el primero en elaborarse con uva Mazuelo al cien por cien.
Son solo algunas propuestas, pero todo indica que no serán las últimas en un segmento en permanente renovación.