Por eso, desde Extremadura se respalda el esfuerzo del Gobierno central por tratar de acabar con uno de los principales problemas en este ámbito. Pero no comparte ni algunas de las medidas incluidas en esa reforma ni las formas utilizadas por el Ministerio de Industria, que una vez más no ha contado con las comunidades autónomas a la hora de planificar el futuro de un sector de gran importancia a medio y largo plazo.

  En un primer análisis, a falta de un estudio pormenorizado de todos los desarrollos legislativos anunciados y que se irán conociendo en próximas fechas, hay que lamentar que se haya contemplado un régimen específico para Canarias y Baleares pero no para la biomasa extremeña.

Otras vías para evitar el déficit de tarifas

   Y es que Extremadura había solicitado el establecimiento de este régimen específico dadas las circunstancias socioeconómicas de la comunidad, el enorme potencial de este sector y la escasa incidencia que habría tenido en los costes del sistema.

   Asimismo, el Ejecutivo extremeño insiste, como ya hizo en la propuesta planteada en varias ocasiones al Ministerio, en que hay otras vías para abordar el déficit de tarifa sin que con ello se lastre el desarrollo futuro de las energías renovables en general y del sector en Extremadura en particular.

   La apuesta del Gobierno extremeño por las energías renovables sigue siendo firme y está fuera de toda duda. No en vano, la comunidad autónoma ha presentado tres recursos de inconstitucionalidad contra otras tantas normativas energéticas del Ejecutivo central, mientras que un cuarto recurso está actualmente en fase de estudio. Algo que no se hizo desde anteriores gobiernos regionales.

   El Ejecutivo seguirá en esta línea, y volverá a reclamar lo que considera justo para el desarrollo del sector energético de Extremadura, algo en lo que espera contar con el apoyo leal y sincero de la oposición.

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