La lonja de la Mesa del Lechazo de Castilla y León, reunida el pasado 23 de diciembre en Tordesillas (Valladolid), ha constatado que las operaciones han registrado una ligera caída de precio antes de acabar las fiestas navideñas, cuando tradicionalmente este descenso se daba al término de las fiestas.

Esa bajada, que la lonja cifra en cuarenta céntimos por kilo con respecto al pico alcanzado en la primera quincena de diciembre, se anticipa a las bajadas habituales de cada temporada al acabar las fiestas. Así, el pasado año, los precios se mantuvieron estables todo diciembre, y no acusaron ya el normal descenso significativo hasta la primera sesión de enero. En cuanto al bovino de carne, la Lonja de Salamanca celebró la última reunión de 2025, con repetición de las cotizaciones de las reses para sacrificio, mientras las de vida siguen escalando de precio, según recoge Asaja Palencia.

Tras este descenso, el lechazo IGP de Castilla y León acaba 2025 en 7,25 euros/kilo; el Tierra de Sabor, en 6,70 euros/kilo; lo que supone unos cuarenta céntimos de euro más por kilogramo que los precios percibidos por los ganaderos hace un año.

La importación de carne de ovino —de calidad no comparable con el lechazo autóctono, pero que supone una competencia directa—, y la anticipación de las compras navideñas (así como de la celebración de los encuentros de empresa y de amigos) pueden explicar que antes de acabar las fiestas ya se haya detectado un descenso en el precio de las operaciones.

En todo caso, según informábamos en esta misma web hace un par de semanas, los ganaderos de ovino de carne han percibido esta campaña navideña a lo sumo el 12% más que la anterior por su producto, que en términos absolutos supone un máximo de ochenta céntimos de euro más por kilo, según los datos de operaciones que ha visado la Mesa del Lechazo de Castilla y León.

BOVINO DE CARNE

En cuanto al bovino de carne, la reunión de la Lonja de Salamanca celebrada este lunes, ultima de 2025, mantuvo los precios de todas las categorías para sacrificio, en una semana de transición a la espera de ver cómo se comportan los mercados tras las fiestas navideñas.

Compradores y ganaderos acordaron esta repetición, si bien nuestros productores insistieron en que las tablillas se encuentran unos quince céntimos por kilo infravaloradas con respecto a las operaciones reales de mercado, una batalla que se lidiará seguramente en 2026.

Con todo, no ha resultado un mal año para el bovino para sacrificio, como revelan las gráficas adjuntas, obtenidas de una referencia importante como es la propia lonja salmantina, con ganancias interanuales en la cotización que rondan el 21%.

Cierto es que los costes productivos no dejan de crecer (como sucede también para los ganaderos del ovino), y que el tamaño de la cabaña es muy ajustado para satisfacer la demanda pujante, tanto interior como exterior, que se mantienen fuertes pese al incremento de precios, debido a la competitividad y la exigencia en calidad alimentaria y sanidad animal.

Sí constató la Lonja de Salamanca que continúan escalando los precios del bovino para vida, con subida de dos céntimos por kilo en machos y hembras. Los compradores intentaron también que se dejaran estables las cotizaciones en una semana de transición, pero los ganaderos insistieron en que continúa la situación de escasa oferta y mucha demanda, al punto de que estos precios oficiales tampoco están reflejando la realidad del mercado.

Ese desajuste de oferta y demanda que viene arrastrando el bovino para cría se ha arrastrado todo 2025 y, de hecho, los precios han subido en torno al 30% en los machos y cerca del 40% en las hembras con respecto a los de hace un año.

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