JARC considera que sin campesinado no habrá ZEPA y denuncia que las restricciones actuales ponen en riesgo la viabilidad económica de las explotaciones y el relevo generacional. La organización reclama flexibilizar las limitaciones impuestas en las zonas ZEPA, que impiden una gestión agraria y ganadera sostenible; compatibilizar la protección de la biodiversidad con la producción agraria profesional, evitando que los campesinos y ganaderos queden ahogados por burocracia y prohibiciones; garantizar que los jóvenes tengan futuro en estos territorios, con condiciones que permitan establecerse y vivir de su trabajo; y soluciones inmediatas para los productores profesionales, que actualmente ven comprometida su capacidad de ganarse la vida.
JARC ya ha defendido esta posición ante Ayuntamientos y Consejos Comarcales y anuncia que seguirá presionando el Departamento de Territorio y el de Agricultura hasta conseguir hechos y no solo palabras. El objetivo es asegurar que el campesinado pueda continuar trabajando en zonas ZEPA sin «palos en las ruedas» que pongan en peligro la producción y la biodiversidad.
Cabe recordar que hace unos días el conseller catalán de Agricultura, Ganadería, Pesca y Alimentación, Òscar Ordeig, apostaba por «replantear» algunas Zonas Especiales de Protección para las Aves para garantizar que la actividad agraria en ellas se puede desarrollar.
