El proyecto de ley tenía un firme respaldo de los productores de alimentos básicos, desde los arroceros y productores de maní del Sur, a los cultivadores de maíz, trigo y soja en el Medio Oeste y la Federación Estadounidense de Granjas y la Unión Nacional de Granjeros.
"En lugar de aprobar una ley que reduce el déficit fiscal en 40.000 millones de dólares y cumple con los compromisos de una legislación agropecuaria, el país ha quedado expuesto a más disfunción en Washington", comentó Linda Raun, presidenta del Grupo de Productores de Arroz. "La paciencia se está agotando en las granjas", añadió Raun en declaraciones al diario The Hill.
Desde la década de 1960, la legislación agrícola ha navegado en toma y daca fundamental entre conservadores y liberales: los republicanos obtenían subsidios para sus votantes agropecuarios y los demócratas obtenían cupones de alimentos para los pobres urbanos.
Los ‘efectos’ de la presión del Tea Party
Pero la consolidación del movimiento ultraconservador Tea Party -opuesto al "gran gobierno"- ha llevado al Congreso, bajo el título de republicanos, a legisladores confiados en que el desmantelamiento de los programas federales es causa sacrosanta.
"En una ciudad conocida por su complacencia con los caprichos de los grupos de interés acaudalados, la ley agrícola se las arregla para sobresalir por su provincialismo y sus subsidios a las grandes industrial agrícolas", proclamó un boletín del grupo Ciudadanos contra el Derroche Gubernamental.
"Esa alianza se quebró el jueves con el resultado extremadamente raro del naufragio de una ley agrícola, lo cual representa una gran victoria para los contribuyentes y los consumidores", añadió el grupo.
El presidente de la Cámara de Representantes, John Boehner, de Ohio, trabajó duramente para asegurarse el número de votos suficiente para la aprobación de la ley agrícola, que luego iría a conciliación con la ya aprobada por el Senado.
Para compensar la falta de respaldo entre los republicanos más allegados al Tea Party, Boehner necesitaba asegurarse los votos de al menos dos decenas de demócratas.
El paquete de compromisos incluía recortes de 20.500 millones de dólares, o el 2,5 por ciento, en el programa de cupones de alimentos conocido como Asistencia de Nutrición Suplementaria, a lo largo de diez años.
45 millones de personas alimentándose de cupones
Sin embargo, la reciente recesión y la lenta recuperación económica han dejado a más de 45 millones de personas en Estados Unidos alimentadas por los cupones de estos programas.
Una mayor severidad en las reglas para la obtención de los cupones de alimentos bajo la propuesta conciliatoria promovida por Boehner hubiese sacado de las listas de beneficiarios a aproximadamente 1,8 millones de personas.
Asimismo la medida hubiera aumentado los subsidios que garantizan precios a los productores de maíz, trigo y otras cosechas, y los compradores como Archer Daniels Midland, Superavlu, y aseguradoras como Wells Fargo.
Pero el jueves la facción inspirada por el Tea Party en la bancada republicana insistió en una enmienda que hubiese permitido que los estados iniciaran proyectos piloto condicionando los cupones de alimentos a que los beneficiarios buscaran trabajo.
Los pocos demócratas que se inclinaban para apoyar la legislación abandonaron la idea, y 62 republicanos se sumaron para derrotar las leyes agropecuarias.
"Ahora que la Cámara rechazó la ley agrícola, deberíamos discutir finalmente una reforma real", señaló en una declaración Crhis Chocola, presidente del Club por el Crecimiento, un grupo conservador.
Las actuales leyes agropecuarias fueron aprobadas por última vez en 2008, y ya en el período legislativo de 2012 fue notoria la falta de espíritu conciliatorio que ha bendecido durante décadas los subsidios agrícolas -criticados en el resto del mundo- y los cupones de comida para los pobres.
El Congreso sí aprobó una extensión de las leyes agropecuarias hasta fin de este año fiscal, que concluye el próximo 30 de septiembre.