El carbón vegetal sostenible, o el biochar, emerge como una herramienta clave para dotar de resiliencia y rentabilidad al sector primario, transformando residuos agrícolas en un recurso de alto valor para el suelo y el clima. “No estamos hablando de una innovación de laboratorio, sino de aplicar sabiduría ancestral con la tecnología actual”, afirma Javier Arévalo Director de Besemoslatierra.

Ante la doble crisis de sequía y altos costes que amenaza la viabilidad del campo español, Besemoslatierra junto a la empresa Carboliva presenta una solución tan innovadora como ancestral: el biochar, o carbón vegetal sostenible. Este producto, obtenido de la valorización de residuos orgánicos, ofrece beneficios económicos y ambientales tangibles para agricultores, ganaderos y empresas del sector primario.

El campo español se enfrenta a una tormenta perfecta: la escasez de agua, la degradación de los suelos y el aumento descontrolado de los precios de fertilizantes e insumos están ahogando la rentabilidad de los productores. En este contexto, el biochar resurge como una tecnología estratégica para construir un sector más resiliente y sostenible.

“No estamos hablando de una innovación de laboratorio, sino de aplicar sabiduría ancestral con la tecnología actual”, afirma Javier Arévalo Director de Besemoslatierra. “El biochar es la prueba de que la sostenibilidad y la rentabilidad pueden y deben ir de la mano. Convertimos un problema, como los restos de poda o las cáscaras de frutos secos, en la solución directa a la sequía y la pérdida de fertilidad del suelo”.

El biochar es un tipo de carbón vegetal producido mediante pirólisis, un proceso que calienta biomasa (como restos de poda de olivar, viñedo, cáscaras de almendra o estiércol) en ausencia de oxígeno. El resultado no es un combustible, sino una enmienda permanente para el suelo con una estructura microporosa, similar a una esponja de carbono.

Sus beneficios son dobles, impactando tanto en el medio ambiente como en la cuenta de resultados del productor.

BENEFICIOS AMBIENTALES CLAVE:

Gran Secuestrador de Carbono: Fija el carbono en el suelo durante cientos de años, convirtiéndose en una de las herramientas más eficaces para mitigar el cambio climático.

Ahorro de Agua: Su estructura porosa retiene la humedad de forma excepcional, reduciendo las necesidades de riego entre un 20% y un 40%, un dato crucial en el contexto de sequía actual.

Regeneración del Suelo: Mejora la aireación, sirve de refugio para microorganismos beneficiosos y retiene nutrientes, disminuyendo drásticamente la dependencia de fertilizantes químicos y evitando la contaminación de acuíferos.

BENEFICIOS ECONÓMICOS DIRECTOS:

Reducción de Costes Operativos: El ahorro en agua y fertilizantes se traduce en una reducción directa y medible de los gastos de la explotación.

Aumento del Rendimiento: A medio y largo plazo, un suelo más sano, estructurado y con mayor disponibilidad de agua y nutrientes genera cosechas más abundantes y de mayor calidad.

Economía Circular: Transforma «residuos», que a menudo suponen un coste de gestión, en un producto de alto valor que mejora la propia finca.

Besemoslatierra está liderando la implementación de esta solución en el campo español, ofreciendo no solo un producto de alta calidad, sino también el asesoramiento necesario para que los productores puedan integrarlo eficazmente en sus prácticas y comenzar a ver los resultados.

“Es hora de dejar de ver nuestros suelos como un simple sustrato y empezar a tratarlos como el ecosistema vivo y valioso que son”, concluye Álvaro Espuny Director De Carboliva. “El biochar es la herramienta perfecta para lograrlo, asegurando un futuro próspero y sostenible para la agricultura española”.

Para más información le invitamos a ver el siguiente link https://besemoslatierra.com/biochar-el-carbon-vegetal-sostenible-que-transforma-la-agricultura-tradicional-y-regenerativa/

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