La Asociación de Familias y Mujeres del Medio Rural (Afammer) ha reclamado este martes 4 en el Senado una respuesta «firme» de las instituciones ante las desigualdades que siguen sufriendo las mujeres rurales. Y han sido muy claras: “No pedimos privilegios, pedimos futuro”.

La presidenta nacional de Afammer, Carmen Quintanilla, ha comparecido en la Comisión de Igualdad para trasladar las demandas y sugerencias de la organización en apoyo a las mujeres del medio rural.

«No pedimos privilegios, pedimos futuro», ha resaltado Quintanilla, quien ha defendido la necesidad de impulsar más políticas públicas con perspectiva rural que garanticen la igualdad real, el acceso a oportunidades y el arraigo femenino en los pueblos para evitar la despoblación rural.

Más de 4,7 millones de mujeres viven en el medio rural español, muchas de ellas afectadas por una «profunda brecha» en el acceso a servicios, empleo, conciliación y participación social, según Quintanilla.

La presidenta de Afammer ha denunciado que las mujeres rurales siguen enfrentándose a barreras estructurales como la falta de servicios públicos, la brecha digital, la escasa oferta de empleo y la sobrecarga de los cuidados no remunerados, de acuerdo con un comunicado.

«Cada vez que una mujer se ve obligada a marcharse por falta de oportunidades, también se va su familia, su arraigo y parte del futuro del municipio», ha afirmado Quintanilla, tras subrayar que España es el segundo país de la Unión Europea con mayor tasa de desempleo femenino rural.

En lo que se refiere al sector agrario, ha lamentado la escasa presencia de mujeres en los órganos de decisión: apenas el 4% de los cargos directivos en cooperativas, pese a ser 250.000 socias.

Entre otras propuestas, Afammer ha reclamado la creación de un Observatorio Estatal de la Mujer Rural para recopilar datos, evaluar políticas e impulsar mejoras desde una visión con enfoque de género y territorial.

También ha solicitado un plan nacional de empleo femenino rural, con incentivos a la contratación local, formación adaptada y apoyo al autoempleo, así como el impulso de la titularidad compartida en explotaciones agrarias.

Quintanilla ha pedido conectividad total en los municipios rurales y más programas de formación digital dirigidos a mujeres; la ampliación del plan ‘Corresponsables’ a todos los pueblos, con financiación estable; el refuerzo de la red de escuelas infantiles y centros de día; y la aplicación en el entorno rural de la Estrategia Europea de los Cuidados.

Igualmente ha defendido la creación de un plan específico para víctimas de violencia de género en las zonas rurales, con más recursos, formación especializada y campañas de sensibilización adaptadas a las mujeres mayores.

×