Además, se han bloqueado las cuentas bancarias y los bienes de los detenidos, dentro de la investigación sobre el patrimonio que podrían haber obtenido mediante el contrabando de tabaco.

    La operación "Pulmones" se inició cuando los guardias civiles del Equipo de Policía Judicial de Arcos de la Frontera detectaron a uno de los mayores proveedores de tabaco de contrabando que abastecía a las localidades de la sierra de Cádiz y a la provincia de Sevilla.

    Tras numerosas aprehensiones de tabaco que se realizaron, los agentes comprobaron que este proveedor contaba con toda una infraestructura "que iba más allá de la de un pobrecito que se busca la vida vendiendo tabaco", explica la Guardia Civil en una nota de prensa.

    Las investigaciones desvelaron que lideraba todo un clan perfectamente definido y organizado, que contaba con numerosos vehículos para los transportes de tabaco, así como almacenes donde guardar el género, numerosas propiedades inmobiliarias y, en definitiva, "todo un estilo de vida que hablaba de unos más que generosos ingresos".

    Tras la desarticulación del clan ubicado en la sierra de Cádiz, los guardias civiles centraron sus pesquisas en identificar al proveedor que le suministraba el tabaco ilegal.

    Así localizaron el entramado que desde la localidad de la Línea repartía tabaco a varios "mayoristas", como el investigado.

Repartían el tabaco a varios ‘mayoristas’


    El entramado sacaba el tabaco desde Gibraltar de tres formas: a través de "matuteros", que realizan constantes pases a través de la frontera de Gibraltar con los paquetes adosados a su cuerpo; en trasvases en las aguas limítrofes desde otra embarcación o a través del envío de gran cantidad de género en contenedores.

    Los miembros de esta organización habían establecido como tapadera una hamburguesería, donde el único trasiego de personas consistía en los que entraban con tabaco procedente de Gibraltar.

    En el local se recibía la mercancía, se dejaba anotación de lo que traían y, al final del día, les abonaban sus servicios.

    Con la operación "Pulmones" los agentes han podido intervenir documentos de contabilidad tanto del cuenteo diario de los proveedores que pasan la verja como de las verdaderas cifras de beneficios diarios de la organización, cuyo importe menor sería de 8.900 euros y el superior de 24.000.

    Además de dinero en efectivo, los guardias civiles han inmovilizado gran cantidad de cuentas, vehículos y propiedades, que actualmente se encuentran siendo objeto de una investigación patrimonial por parte de los miembros del Equipo de Blanqueo de Capitales.

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