Unión de Uniones, tras haber hecho un análisis de los perceptores de las ayudas directas de la PAC publicado por el Fega , considera que, por ahora, las medidas para fomentar la incorporación de jóvenes no están teniendo un gran impacto. Los datos revelan que solo el 8.8% de los titulares destinatarios de las ayudas directas tiene menos de 40 años, protagonizando el 39% los que tienen más de 65 años.

Estos resultados, además, ponen en un aprieto a la propuesta que para 2032 no se sumen ayudas a quienes ya están percibiendo ayudas por jubilación, por lo que creará un punto de inflexión y un rediseño del funcionamiento.

Entre las CC.AA con un porcentaje mayor de jóvenes se encuentran Cantabria y Asturias, con un 19,25% y 14,95% respectivamente seguidas por La Rioja, con poco más del 13%. En la otra parte, con el mayor número de personas de más de 65 años están las islas Canarias, con un 47,84% y la Comunidad Valenciana, con un 47,62%.

«Estas cifras, con ese 8,8% que tiene menos de 40 años, representan un termómetro de cómo está la situación y todo lo que hay que trabajar», comenta Luis Cortés, coordinador estatal de Unión de Uniones. «Nuestra profesión sigue sin enamorar a los jóvenes y tenemos que conseguirlo porque si no tendremos un problema», añade.

UNA PAC QUE SE CENTRE EN LOS AGRICULTORES PROFESIONALES

La organización ha presentado distintas propuestas para impulsar el relevo generacional y que se consideran imprescindibles para encauzar la situación. Una de ellas es abrir el acceso a la tierra mediante entidades públicas de gestión y programas de cesión intergeneracional, al tiempo que se protegen los suelos de mayor valor agronómico frente a la especulación. Igualmente, propone nuevos instrumentos financieros específicos y simplificación burocrática real, con créditos blandos, avales públicos y pagos ágiles de las ayudas de instalación, que permitan a los jóvenes poner en marcha sus proyectos sin cargas desproporcionadas.

Unión de Uniones pide que la próxima PAC focalice sus apoyos en los agricultores profesionales, estableciendo normas de funcionamiento en la cadena alimentaria y mecanismos de protección de los mercados internos que aseguren precios remunerativos frente a la competencia desleal de importaciones.

«Nadie quiere empezar con un trabajo sabiendo de antemano que es ruinoso», concluye el coordinador. La organización considera que las políticas de incorporación deben situarse no solo en el centro de las políticas agrarias, sino también de cualquier política sobre reto demográfico.

×