El Sindicato Labrador Gallego-Comisiones Labradoras (SLG) han advertido de que la grave sequía que está afectando la buena parte de Galicia ya está comprometiendo seriamente la viabilidad económica de numerosas explotaciones agroganaderas y hortícolas, y que la situación puede empeorar en los próximos meses y años si no se adoptan medidas urgentes.
«El suelo de Galicia no retiene el agua como acontece con otras zonas. Entonces, cuando viene un período prolongado de sequía, aunque tengamos reservas de agua, el terreno no tiene agua y se secan los cultivos», comenta Brais Álvarez, apicultor y miembro de la ejecutiva nacional del SLG.
Por esto, considera que «es fundamental alertar de esta situación que ya está comprometiendo la viabilidad económica de varios sectores».
UNA CONSECUENCIA DEL CAMBIO CLIMÁTICO
Excepto algunas zonas del norte y de la Mariña, el resto del país sufre un déficit hídrico muy acusado, repitiendo patrones que el SLG ya había advertido en 2023 como un síntoma evidente del cambio climático, y sobre lo que se debieron tomar medidas urgentes para evitar la grave sequía actual.
En aquel momento, la Consellería de Medio Rural se comprometió a crear una comisión para abordar esta nueva realidad climática, pero a día de hoy no se ha avanzado nada, lamentan desde el SLG.
«La falta de planificación y medidas de adaptación está provocando que explotaciones de leche y carne tengan que comenzar a consumir ya las reservas de forraje destinadas al invierno, debido a la escasez de pastos y a la mala producción de la segunda tala de hierba. En la huerta, la sequía y la ausencia de infraestructuras de riego adaptadas al minifundio hacen inviable mantener una producción regular, mientras que cultivos como el castaño sufrieron caídas prematuras del fruto por el calor extremo de comienzos de julio», aseguran.
El SLG recuerda que los episodios de sequía, combinados con temperaturas elevadas, baja humedad y viento —el llamado «30-30-30″—, incrementan también el riesgo de grandes incendios forestales, cada vez más prolongados en el tiempo y que este año se está viendo una vez más que son un problema grave para lo rural gallego.
Todo esto lleva al sindicato a exigir que se retomen y apliquen las medidas que se prometieron desde el año 2023 para afrontar la sequía y el cambio climático en el sector agrario, «porque la emergencia climática es una realidad que está condicionando el presente del campo gallego y precisamos respuestas serias e inmediatas para proteger su futuro», afirman en una nota de prensa.
