España, un país deficitario en leche, está a la cola de la Unión Europea en el precio de la leche de vaca en origen que perciben los ganaderos. Entre los principales países productores, España ocupa el farolillo rojo: España cobra 6 céntimos menos que Alemania, 7 céntimos menos que Irlanda o Países Bajos y 5 céntimos menos que la media de la Unión Europea, lo que equivale a un 10% menos que el resto de países de la UE.
La Unión de Pequeños Agricultores y Ganaderos (UPA) ha señalado que no se dan las circunstancias para que el precio en España esté tan por debajo de la media europea, y culpa a las industrias lácteas: «Nos preocupa enormemente esta situación de bajos precios ofertados por la industria», aseguran, «o no son competitivos o se están poniendo de acuerdo para hundir los precios», señalan desde la organización.
Cabe recordar que la propia UPA tuvo que declarar en la Audiencia Nacional tras la demanda contra varias empresas lácteas por crear un cártel lácteo que perjudicó los intereses de los ganaderos.
UPA denuncia además una discriminación en función del tamaño de las explotaciones lecheras que están llevando a cabo las industrias: «A las explotaciones de menos de 100.000 kilos las industrias lácteas les están pagando 9 céntimos menos que a las de más de 700.000″, aseguran. Igualmente discriminan a determinadas regiones productoras, como Galicia, donde el diferencial de precio es también considerable.
Desde UPA han reclamado a las industrias que corrijan esta situación, poniendo en valor a sus proveedores –»sin los cuales no existirían», recuerdan– y paguen un precio justo por la leche de vaca en origen.
