El Comité Europeo de Empresas del Vino (CEEV) ha instado a la Comisión Europea (CE) a que adopte el acuerdo comercial entre la UE-Mercosur y a que se inicie el proceso de ratificación «sin retraso», según informó la organización este jueves. «El sector mundial del vino se enfrenta a momentos críticos, sobre todo, a una caída estructural del consumo de vino a largo plazo, en particular en mercados tradicionales. El acuerdo con Mercosur representa una verdadera oportunidad para las empresas vitivinícolas de la UE y puede desempeñar un papel crítico en la diversificación de nuestras exportaciones», declaró la presidenta del CEEV, Marzia Varvaglione.
Agregó que para garantizar la sostenibilidad económica a largo plazo de las empresas del sector es necesario generar nuevas oportunidades comerciales y atraer nuevos consumidores de vino, en particular, en Brasil. «Necesitamos este acuerdo y es hora de que la Comisión adopte el texto jurídico», aseveró.
El Comité Europeo de Empresas del Vino y sus miembros «apoyan firmemente el acuerdo, que mejorará de manera significativa el acceso a los mercados del Mercosur reduciendo aranceles, agilizando los procedimientos de importación y salvaguardando las indicaciones geográficas europeas», expresó la organización.
«El acuerdo proporciona beneficios claros y no plantea riesgos a la baja para los productores de vino de la UE. Los temores de que el vino de Mercosur inundará el mercado de la Unión Europea están infundados y son poco realistas», subrayó el CEEV.
«ESTE ACUERDO REPRESENTA MÁS QUE SOLO ACCESO A MERCADO. TAMBIÉN ES UNA OPORTUNIDAD GEOESTRATÉGICA PARA NOSOTROS”
El secretario general del CEEV, Ignacio Sánchez Recarte, indicó que el arancel de Brasil del 27% es «un lastre importante para la competitividad y crecimiento de nuestras empresas, uno que será eliminado con el nuevo acuerdo».
«Pero este acuerdo con Mercosur representa más que solo acceso a mercado. También es una oportunidad geoestratégica para nosotros. Con él, podemos crear una asociación estable y a largo plazo basada en principios vitivinícolas compartidos: un sistema de indicaciones geográficas protegidas y prácticas enológicas armonizadas», expuso Sánchez Recarte.
«Seguiremos abogando activamente por la ratificación de este acuerdo. No podemos perder esta oportunidad», completó.
