UCCL Valladolid ha tomado la decisión de abandonar su participación en la lonja de Valladolid-Palencia, debido a que «ésta no refleja con precisión la situación actual del mercado y ha demostrado una falta de eficacia como herramienta de referencia para la fijación de precios».
Dicha decisión ha sido ratificada por el Comité Provincial de la organización, reunido este miércoles 18 con la participación de agricultores de todas las comarcas de Valladolid. Y llega cuando otras organizaciones venían reclamando la necesidad de suspender la cotización de la lonja de Valladolid y Palencia por el daño que hace sus datos.
Desde UCCL Valladolid, recuerdan que han participado en la lonja de Valladolid desde su creación en mayo de 2024, siendo unos de los promotores de su creación, «por considerar que era necesario contar con una lonja de Valladolid y Palencia, en las provincias que tienen un mercado muy importante de cereales, y no tener que tomar como referencias la de otras provincias (Segovia, Salamanca, León etc.)».
“LA LONJA NO ES VÁLIDA POR NO REFLEJAR LA REALIDAD DEL MERCADO Y ACONSEJAMOS A LOS AGRICULTORES QUE SE GUÍEN POR LOS PRECIOS DERIVADOS DE LA OFERTA Y LA DEMANDA”
Sin embargo, durante los últimos meses, «hemos observado con preocupación cómo los precios establecidos en la lonja se han alejado de la realidad operativa, siempre inferiores al mercado y a otras lonjas, generando distorsiones y afectando negativamente la transparencia y la competitividad del sector».
Asimismo, lamentan que «esta desconexión ha dificultado la correcta valoración de nuestros productos, siempre en perjuicio del agricultor, en las transacciones comerciales, de venta de sus cereales y forrajes.
Desde UCCL Valladolid, defienden un mercado transparente, justo y basado en datos reales. Por ello, a partir de este jueves 19 «dejamos de asistir y participar en la Lonja de Valladolid-Palencia, por considerar que la lonja no es válida, por no reflejar la realidad del mercado y aconsejamos a los agricultores de la provincia que se guíen por los precios derivados directamente de la oferta y la demanda, y que antes de realizar una venta se informen a través de las cooperativas y organizaciones agrarias de la situación de los precios de mercado».