El Senado ha votado a favor de incluir en la Ley contra el Desperdicio Alimentario una serie de cambios entre los que destacan el rechazo y la supresión de la nueva Ley de Representatividad Agraria, pactada en el Congreso y la retirada de la protección especial del lobo.
En la votación del pleno, los senadores han dado su visto bueno al dictamen de la Comisión de Agricultura, Ganadería y Alimentación sobre el proyecto de Ley de Prevención de las pérdidas y del Desperdicio Alimentario, remitido por la Cámara Baja.
Con los cambios introducidos, el texto deberá pasar de nuevo por el Congreso de los Diputados para su aprobación final.
Entre ellos, figura la eliminación de una disposición adicional para modificar la norma de representatividad de las organizaciones profesionales agrarias, a propuesta del Grupo Popular.
La senadora popular Lorena Guerra ha criticado que esa norma acordada en el Congreso «no tiene nada que ver» con el proyecto de Ley del Desperdicio Alimentario.
Su grupo ha incluido en sus enmiendas la retirada del lobo del Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial (Lespre), con vistas a poner fin a la «gestión desastrosa del lobo», según Guerra.
La senadora socialista Teresa Macías ha reprochado a los populares que hayan sacado la cuestión de representatividad agraria del proyecto de ley «sin presentar ninguna propuesta» y les ha acusado de presentar «enmiendas al peso haciendo uso de su mayoría absoluta en la Cámara Alta».
Otros grupos como el nacionalista vasco, Junts y EH Bildu han lamentado la supresión relativa a la representatividad agraria, mientras que Compromís (Izquierda Confederal) ha criticado los cambios incluidos sobre la gestión del lobo.
VOLVERÁ AL CONGRESO PARA SU TRAMITACIÓN FINAL
La Senado ha aprobado este miércoles el proyecto de Ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio alimentario, que volverá al Congreso de los Diputados para su tramitación final.
Los diferentes grupos parlamentarios han aprobado la incorporación de las modificaciones propuestas por la Comisión de Agricultura del Senado, con 236 votos a favor, 8 en contra y 5 abstenciones, mientras que el resto del proyecto de ley ha contado con 112 votos a favor, ninguno en contra y 147 abstenciones.
El proyecto legislativo vuelve al Congreso con enmiendas, que la Cámara Baja lo examinó y dictaminó sobre él en una primera lectura el pasado diciembre.
Con 19 artículos y varias disposiciones adicionales, la norma busca prevenir y reducir el desperdicio de los alimentos por parte de todos los agentes de la cadena; para ello, establece una jerarquía de prioridades de solución.
También se incluye la obligación de todos los agentes de disponer de un plan de aplicación para la prevención de las pérdidas de desperdicio, una medida de la que quedan excluidas las microempresas y las pequeñas explotaciones agrarias.
Durante el debate en el pleno del Senado, la popular Lorena Guerra ha asegurado que han introducido una cuarentena de enmiendas que en algunos casos reducen «sanciones absurdas» y en general buscan garantizar la seguridad alimentaria, con el objetivo de centrarse en la prevención de las pérdidas y el desperdicio.
Por parte del Grupo Socialista, Rafael Rodríguez ha defendido el proyecto de ley porque fomenta la lucha contra el desperdicio alimentario, estableciendo una jerarquía de prioridades en el uso de los alimentos y ajustándose a un consumo responsable.
Entre otros aspectos, la restauración deberá ofrecer la posibilidad de llevar a casa comida o bebida envasada que no haya sido consumida, al tiempo que se promueve el consumo de alimentos poco estéticos, de proximidad y ecológicos.