El problema de las explotaciones lácteas de Omaña y Babia (León) va camino de solucionarse, aunque con el beneplácito de todo el mundo. ASAJA León denuncia que el acuerdo alcanzado desde la Junta de Castilla y León y la empresa leonesa Lácteas San Vicente «ayuda a promover la venta a pérdidas, algo prohibido por la Ley de la Cadena Alimentaria, por lo que es la propia Junta la que en este caso ha incitado al incumplimiento de las normas».
Según la organziación agraria, la empresa leonesa se encargará desde ya de recoger la leche de los ganaderos de Omaña y Babia (León), tras el abandono de la ruta por parte de la cooperativa LAR, al entrar en concurso de acreedores.
Es el compromiso que adquirió la compañía del empresario Fernando Díez con la Junta de Castilla y León, después de que la propia Junta llamase a más puertas que encontró cerradas. Fue ASAJA la que, hace una semana, dio la voz de alarma sobre la situación en la que se encontraban los ganaderos, y la noticia tuvo una gran repercusión mediática que provocó un movimiento político y social que obligó a la Junta a tomar medidas. ASAJA agradece a Fernando Díez «el gesto que ha tenido con el sector ganadero de la provincia de León, el cual le honra, y que enriquece los méritos que ha acumulado en su larga trayectoria empresarial». ASAJA agradece también al Delegado Territorial de la Junta de Castilla y León y al Jefe del Servicio Territorial de Agricultura y Ganadería sus esfuerzos negociadores.
Sin embargo, la petición de ASAJA de dar una subvención a la empresa que haga la recogida, para cubrir el sobrecoste de recoger leche en zonas de alta montaña y que no se repercuta en el ganadero, «no ha sido por el momento aceptada, por lo que estos ganaderos seguirán haciéndose cargo de la mayor parte de los costes de recogida, cobrando el producto un 15% menos que el resto de los ganaderos de la provincia (7,5 céntimos de euro/litro)». ASAJA pedía extrapolar el modelo de ayuda de la comunidad autónoma de Cantabria a Castilla y León, para la producción de leche de vaca, y en caso necesario, también para la de oveja y cabra.
“EL MODELO DE PEQUEÑA EXPLOTACIÓN FAMILIAR LÁCTEA ESTÁ EN CRISIS. SI NO SE TOMAN MEDIDAS PARA AYUDARLES, A CORTO PLAZO ESTÁN ABOCADAS TODAS AL CIERRE”
ASAJA reitera que el problema por el que han desaparecido las granjas de leche en la montaña leonesa es el de los mayores costes de producción y los menores precios de venta del producto, situación que se consolida con este acuerdo. ASAJA no puede aceptar como buena solución la que consiste en pagarle hasta siete céntimos y medio menos por litro de leche a los ganaderos de montaña de la provincia que tienen además más costes de producción, porque eso significa sacarles del mercado, como se ha podido comprobar año tras año en las últimas décadas y hasta el día de hoy.
Por otra parte, ASAJA entiende que «la reducción del precio en el 15% supone promover la venta a pérdidas, algo que prohíbe la Ley de la Cadena Alimentaria, por lo que es la propia Junta la que en este caso ha incitado al incumplimiento de las normas».
Asimismo, advierte de que «el modelo de pequeña explotación familiar láctea está en crisis al no poder competir con las explotaciones mejor dimensionadas. Si no se toman medidas para ayudarles, a corto plazo están abocadas todas al cierre, algo que la Junta de Castilla y León todavía no ha entendido».
Por otra parte, ASAJA no reconoce a la Diputación aportación alguna en la solución de la crisis de estos ganaderos, «ya que se ha limitado a ser un mero espectador como si con esta institución no fuera el problema».