El próximo jueves la localidad gaditana de Grazalema abrirá sus puertas una nueva fábrica, que se dedicará a la producción de pellets de lana para su uso como fertilizante, y que cuenta con el apoyo de la Diputación a través del programa DipuInnova Plus. La Fundación Grazalema Regenerativa es la responsable de este proyecto ‘Grazalema 2030′, que conlleva beneficios en materia de empleo, fijación de la población al territorio, apoyo al sector primario ganadero y especialmente, medioambiental, con un ejercicio paradigmático de economía circular.
Grazalema Regenerativa es una fundación sin ánimo de lucro de naturaleza filántropa, que se dedica a poner en marcha proyectos que creen nuevas oportunidades para los vecinos de la localidad. Los proyectos buscan maximizar el uso de energías renovables, mejorar la calidad y diversidad laboral, fomentar el bienestar de todos y regenerar el entorno. En este sentido, tras hacer un diagnóstico de posibilidades de desarrollo para esta pequeña localidad de la Sierra, se buscó trabajar la innovación en un sector ajeno al turismo, el más pujante del municipio, con vistas a diversificar opciones.
En este sentido y en coordinación con el Ayuntamiento y los ganaderos locales, fijaron su vista en una de las señas de identidad: la oveja merina grazalemeña, raza autóctona de la Sierra de Cádiz.
Actualmente los ganaderos tienen un problema de primer orden con la lana de estas ovejas: su precio de mercado ha bajado hasta los cero euros, y la normativa europea le da la consideración de residuo, lo que obliga a que sea tratada y destruida, con sus correspondientes costes.
La acumulación de esta lana es un factor contaminante de esta zona de alto valor medioambiental, por lo que desde la Fundación se estudiaron diferentes usos alternativos que se emplean en otros puntos del mundo.
CON LA TRANSFORMACIÓN DE ESTOS RESIDUOS EN PEQUEÑOS ABONOS PARA LA AGRICULTURA, SE SOLVENTA UN PROBLEMA MEDIOAMBIENTAL Y ECONÓMICO
El uso textil, el más obvio, que además generó una histórica industria desde el siglo pasado en la localidad, no es a día de hoy competitivo en el mercado globalizado. Y además es el propio Ayuntamiento quien trabaja para desarrollar una alternativa viable para la confección de tejidos. Por ello, la Fundación presentó a la convocatoria de DipuInnova Plus la opción de producir fertilizantes con esta materia prima que es un producto de proximidad.
De este modo nace el proyecto de ‘Lanopellets, solución integral para plantas y cultivos‘: la transformación de estos residuos en pequeños abonos para la agricultura. Se retiran así estos residuos del campo, solventando un problema medioambiental y económico a los ganaderos, y se obtiene la materia prima a bajo coste y sin generar emisiones de transporte. Además el compromiso es que conforme la fábrica obtenga beneficios puedan hacerse partícipes de ellos los propios ganaderos.
La apertura de la fábrica de pellets de lana tendrá lugar el próximo jueves 19 de diciembre en un local cedido por el Ayuntamiento en la calle Los Ángeles, y creará dos puestos de trabajo. La maquinaria necesaria la ha sufragado la Diputación a través de este programa. La empresa no conoce otras iniciativas que se dediquen a esta actividad en España, pero sí en la Unión Europea.
El programa DipuInnova Plus de la Diputación de Cádiz busca convertir a la provincia en un territorio inteligente, innovador y sostenible, impulsando sectores clave como el marítimo mediante la colaboración público-privada, poniendo especial énfasis en el desarrollo de una economía provincial sostenible y resiliente. Se trata de una apuesta por la excelencia científica, el liderazgo tecnológico, la innovación abierta y el talento que capitanea el Área de Planificación, Coordinación y Desarrollo Estratégico, de la que es responsable Germán Beardo.
Grazalema Regenerativa es una iniciativa privada sin ánimo de lucro, que persigue la construcción de una comunidad sana que garantice el equilibrio entre el crecimiento económico, el cuidado del medio ambiente y el bienestar de las personas. Este proyecto a su vez se subdivide en tres proyectos interconectados que abordan el tema desde el aspecto cultural (Memoria de Grazalema), medioambiental (ganadería regenerativa) y económico (producción de pellets de lana para su uso como fertilizante).
Una verdadera pena tener que recurrir a este sistema, con lo buena que es la lana merina para hacer prendas de abrigo. Pero por lo menos no se destruye.
Para esto sirve la comunidad europea, luego la importaran de China, Turquía, o prendas hechas en países asiáticos con mano de obra » esclava » o trabajando menores sin ningún tipo de protección.