Asaja Andalucía y Asaja Alicante han denunciado el abuso de posición dominante que ejercen las industrias cítricas destinadas a la producción de zumo, que han hecho sus primeras ofertas de compra con unos precios que están muy por debajo de los de mercado, hasta el punto de llegar propuestas de compra de 15 céntimos por kilo de naranja con destino zumo ya recolectada y cargada en camión, lo que pueden incumplir la Ley de la Cadena Alimentaria, al no cubrir siquiera los costes de producción del agricultor.
A pesar de que en los últimos años el precio del zumo de naranja tiene una evolución al alza, «actualmente esto no se está viendo reflejado en el precio en origen, lo que desde ambas asociaciones consideramos abusivo. Nos consta que los agricultores de estas zonas, importantes productoras de cítricos están recibiendo propuestas de compra de 15 céntimos por kilo de naranja con destino zumo ya recolectada y cargada en camión. Unas cotizaciones por debajo de los costes de producción y muy inferiores a los precios del mercado internacional, en el que hay una elevada demanda de zumo de naranja y una oferta más bien corta, derivada sobre todo de las bajas producciones de Brasil, el principal productor mundial».
La sequía y las enfermedades han afectado a los principales países productores de este cítrico. Precisamente el déficit de producción global ha disparado el precio de la fruta y del concentrado congelado de naranja. A esto se añade que hay una amplia demanda de este producto que no está cubierta. Por ello ASAJA insiste en que “no hay razón para no defender ni apostar por la producción de los agricultores españoles, en este caso de dos zonas citrícolas de gran relevancia, como Alicante y Andalucía”.
TODA UNA DESPROPORCIÓN. EL PRECIO DEL ZUMO AL CONSUMIDOR SE HA DUPLICADO RESPECTO AL AÑO PASADO MIENTRAS BAJA EN ORIGEN
Actualmente, el precio de venta al consumidor de zumo de naranja ronda entre los 2,5 y 4 euros el litro, lo que ASAJA considera excesivo; de hecho, estos precios podrían justificar que el agricultor perciba mejores cotizaciones para la naranja de mesa si tenemos en cuenta la relación 1 kg de naranjas=0,5 litros de zumo. Por esta razón, “apostamos por la bajada de precios al consumidor y un precio justo para el agricultor. El zumo debe venderse entre 1,5 y 2,5 euros litro y el agricultor cobrar por sus naranjas de zumo entre 0,30/0,35 euros por kg”, insiste el presidente de ASAJA Alicante, José Vicente Andreu.
El litro del zumo de naranja se ha duplicado con respecto al año pasado, a pesar de ser uno de los productos básicos para una dieta saludable. Así, el consumidor debe pagar hasta 4 euros el litro en cadenas españolas de supermercados. Si desea comprarlo recién exprimido, el precio asciende 6 euros/litro envasado. Toda una desproporción, si tenemos en cuenta que de un kilo de naranjas se obtiene 0,5 litros de zumo.
Ante ello, tanto ASAJA Alicante como ASAJA-Andalucía reivindican la rentabilidad de los agricultores, y esperan que puedan obtener un precio razonable por sus naranjas, teniendo en cuenta que los costes de producción de los cítricos se han incrementado notablemente en los últimos años.
Además de esta denuncia pública, ambas entidades anuncian que están preparando un escrito poniendo en conocimiento de la Agencia de Información y Control Alimentarios (AICA) estos hechos, así como los nombres de las empresas que estén pudiendo incurrir en prácticas desleales como la pérdida de valor, prohibida por la Ley de la Cadena Alimentaria.
Por su parte, Andreu pide a los citricultores alicantinos que pongan en valor el trabajo desarrollado en nuestros campos y la calidad de sus naranjas, defiendan unos precios justos y se nieguen a cerrar operaciones con venta a pérdidas.
El presidente de ASAJA-Andalucía, Ricardo Serra, insta a la AICA y al Ministerio de Agricultura a intervenir ante situaciones abusivas como esta: “Hay que proteger al productor, y no solo por ser el eslabón más débil de la cadena sino también y especialmente porque sin él, sin el agricultor y sin la producción en el campo, todo lo demás se cae. Y para que el agricultor siga en el campo, las producciones tienen que ser rentables”.