UPA Jaén y Deoleo refuerzan su apuesta decidida por la calidad y la diferenciación del aceite de oliva virgen extra y confían en que los precios tengan una estabilidad que garantice la rentabilidad de los productores y de todos los eslabones de la cadena, especialmente los del olivar tradicional, y permita ganar consumo nacional.
El secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano; y el director de Calidad de Deoleo, Rafael Pérez de Toro, han celebrado un desayuno informativo para analizar la situación presente y futura del sector olivarero y ratificar el acuerdo forjado entre las dos entidades en 2017, que se renueva de forma anual, y que tiene como misión fundamental respaldar a los agricultores y fomentar el desarrollo rural de una manera sostenible.
El secretario general de UPA Jaén, Cristóbal Cano, aseguró que “estamos ante el inicio generalizado de una campaña con stocks casi a cero y con una previsión de producción que será menor que la comercialización media de los últimos 5 años en nuestro país (1,44 millones de kilos). Es decir, no vamos a tener aceite suficiente para atender la demanda habitual del consumidor. Tras dos años complicados para toda la cadena agroalimentaria del sector del aceite de oliva, se han comercializado unas cantidades de aceite de oliva absolutamente impensables hace no mucho tiempo. Por eso, resaltamos el enorme aprecio y fidelidad del consumidor por nuestro oro líquido”.
En este sentido, abogó por que las explotaciones “sean rentables en la triple vertiente que defendemos desde UPA, la económica, la medioambiental y la social. Compartimos con Deoleo objetivos y entendemos que esta campaña tiene que encaminarse a obtener una rentabilidad suficiente para todos los eslabones de la cadena, pero protegiendo el olivar tradicional y haciendo que los consumidores tengan unos precios razonables para mantener su fidelidad. Es cierto que las perspectivas de producción no tienen que ver con las certezas con las que concluimos las dos campañas anteriores. Hemos pasado por la tormenta perfecta, la mayor prueba de estrés al que podía verse sometido el sector olivarero, porque nunca había pasado en la historia que se hayan encadenado dos cosechas malas con consecuencias negativas para todos los eslabones de la cadena. Y, aún con ese nivel de tensión en los mercados, el consumidor ha respondido como nadie podía imaginarse. De ahí que debemos enfocar la campaña en consolidar esa fidelidad del consumidor hacia la grasa vegetal más sana y saludable que existe, pero sin olvidar una rentabilidad justa para el olivar tradicional”, aseveró Cristóbal Cano.
Por su parte, el director de Calidad de Deoleo, Rafael Pérez de Toro, apuntó que la excelencia del aceite de oliva es “el elemento diferenciador para darle valor económico”. “Lógicamente, si no se logra la rentabilidad de los productores, el cultivo no tendrá sostenibilidad en el tiempo. Y tiene que haber una justa recompensa de todos los eslabones, desde el campo hasta el consumidor. Y entendemos que hay que ser especialmente sensibles con el olivar tradicional, porque es el sistema que mayores costes de producción tiene por dónde se encuentran los olivos y por cómo se recoge. Dicho esto, no podemos olvidar que vivimos en un mundo globalizado y que, aunque apoyemos el olivar tradicional, debemos intentar avanzar en la mecanización, porque la competitividad mundial es muy elevada y la única forma de aumentar consumo es que el precio sea lo más asequible posible dentro de que todos los eslabones de la cadena tengan su justa retribución y nadie pierda”, destacó Pérez de Toro.
En cuanto a la victoria de Donald Trump en las elecciones presidenciales de Estados Unidos, tanto Cristóbal Cano como Rafael Pérez de Toro mostraron su inquietud por la posible recuperación de los aranceles al aceite de oliva, aunque coincidieron en señalar que “Estados Unidos es el primer país destino de nuestras exportaciones fuera de la UE. Afortunadamente es deficitario en producción de aceite de oliva, por lo que tiene que importar y nuestra posición es de liderazgo. Tenemos incertidumbre, pero está claro que Europa tiene que hacerse más fuerte y defender a un sector tan estratégico como el del aceite de oliva”.