Los alimentos de Aragón son elementos esenciales de la cultura, tradiciones y del carácter noble de Aragón. Cárnicos, vinos, cervezas, frutas y hortalizas, pastas y dulces, aceites, delicatessen como el caviar, la trufa negra, especias como el azafrán…Una despensa infinita con calidad diferenciada para todos los gustos y paladares que vamos a ir descubriendo uno a uno. En esta ocasión aprovechamos la festividad de Todos los Santos para conocer las tradiciones gastronómicas que se siguen realizando en Aragón estos días a través de sus dulces.

En Aragón, la festividad de Todos los Santos es una ocasión especial para honrar la memoria de quienes ya no están con nosotros, reuniendo a las familias en torno a dulces y postres que han sido transmitidos de generación en generación. 

Estos sabores representan una conexión profunda con nuestras raíces y el amor por nuestra tierra, donde la tradición, la cultura y la gastronomía se entrelazan a través de sus dulces. Con delicias como los huesos de santo, buñuelos de viento, empiñonados, panellets y castañas asadas, celebramos una parte fundamental de la identidad aragonesa que se pueden encontrar en casi todas las pastelerías.

TRADICIONES NOCTURNAS: LA NOCHE DE ÁNIMAS

Los pueblos aragoneses celebran esta noche con sus propias costumbres que han perdurado a lo largo de los siglos. La tradición de las calabazas talladas y iluminadas en Aragón tiene profundas raíces que se remontan mucho antes de que Halloween se popularizara en otras partes del mundo. 

En muchas localidades aragonesas, especialmente en la comarca del Somontano y en pueblos como Trasmoz, se celebra la Noche de Ánimas, donde las calabazas iluminadas juegan un papel especial al iluminar el camino para las almas y ahuyentar a los malos espíritus.

  • Simbolismo: Las calabazas decoradas, colocadas en las entradas de las casas o en las ventanas, se iluminan con una vela en su interior. Se cree que estas luces ayudan a las almas de los difuntos a encontrar el camino de regreso a sus seres queridos.
  • Diseños Tradicionales: Aunque hoy en día se pueden ver diseños inspirados en Halloween, en Aragón las calabazas se suelen tallar de forma sencilla, con caras amigables o símbolos que representan la bienvenida y el respeto a las ánimas.
  • Conexión con la Comunidad: En pueblos como Trasmoz y Alquézar, la noche de Todos los Santos se convierte en una auténtica fiesta comunitaria. Los vecinos colocan sus calabazas y participan en paseos nocturnos y procesiones, en una celebración que mezcla respeto y tradición.

DULCES TRADICIONALES DE TODOS LOS SANTOS EN ARAGÓN

Huesos de Santo: Un Clásico de Todos los Santos son, sin duda, uno de los dulces más tradicionales en España para el Día de Todos los Santos, y en Aragón no podían faltar. Hechos de mazapán y rellenos de crema de yema dulce, están cubiertos con un glaseado suave. Su forma alargada y color blanco simbolizan los “huesos”, representando de manera simbólica el recuerdo de los difuntos. Actualmente, además del relleno de yema, hay variaciones con sabores como chocolate o fruta, perfectos para quienes buscan darle un toque especial a este dulce clásico.

Buñuelos de Viento: Dulces ligeros y esponjosos. Los buñuelos de viento son otro de los dulces más característicos de Todos los Santos en Aragón. Estas pequeñas bolas de masa frita se inflan al cocinarse, quedando ligeras y huecas por dentro. En Aragón, los buñuelos se rellenan con cremas como la pastelera, nata montada o chocolate, convirtiéndolos en una delicia irresistible para estas fechas.

Empiñonados: son otros dulces típicos de esta época en Aragón a través de sus dulces. Elaborados con una base de mazapán suave, se caracterizan por estar cubiertos completamente de piñones tostados, lo que les da una textura crujiente y un sabor inconfundible.

Castañas Asadas: Las castañas son el fruto otoñal por excelencia y asarlas en estas fechas es una tradición en muchas partes de España, incluida Aragón. Las familias se reúnen en torno a una hoguera para asarlas y compartir momentos cálidos.

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