La almendra europea es todo un fenómeno en nuestro país, y también fuera de nuestras fronteras. De hecho, 2023 fue un año clave para el consumo de almendras en España, que creció un 32,6% respecto al año anterior (desde los 11,1 millones de kg a los 14,7 millones), según datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación. Y una buena parte de ese incremento se debe al producto europeo, o lo que es lo mismo, el cultivado en España y Portugal, un alimento saludable y sostenible con origen ibérico que está convirtiéndose rápidamente en tendencia.
En 2023, el valor de mercado de la almendra en España aumentó un 26,6%, hasta los 178,2 millones de euros (140,7 millones en 2022), y el gasto per cápita de los españoles se situó en los 3,81 € (un 25,2% más). Este producto, además, ya representa el 9,2% del volumen total de frutos secos consumidos en nuestro país, así como el 13,5% del valor de mercado de toda la categoría. ¿Y cuál es el perfil mayoritario de su consumidor en España? Parejas con hijos de edad media o mayores, y parejas adultas sin hijos y retirados.
Este auténtico ‘boom’ del consumo doméstico viene a reforzar la campaña de promoción europea, cofinanciada por la UE, que desde el año pasado llevan a cabo la asociación española Spanish Almond Board-Almendrave y la portuguesa CNCFS (Centro Nacional de Competências dos Frutos Secos). Bajo el nombre de ‘Sustainable EU Almond’, esta reivindica el origen ibérico de las almendras, su calidad y su sostenibilidad. La presencia mayoritaria de almendros en régimen de secano en la península y las variedades propias como guara, belona o avijor-lauranne son algunos de sus rasgos distintivos, con los que se presenta tanto ante el público doméstico como ante el de terceros países europeos, como Francia y Alemania.
POTENCIA EN EXPORTACIÓN
La Península Ibérica es un gran exportador de almendras, y España en particular se ha consolidado como segundo en el ranking mundial, solo por detrás de Estados Unidos, con nada menos que un 9% del total global. Sumando las tres presentaciones principales (en grano, tostada y harina de almendra), se exportaron 130,8 millones de kilos, en su mayoría (87%) a otros mercados europeos.
Dos de los más importantes son Francia y Alemania, a los que de hecho también se dirige la campaña ‘Sustainable EU Almond’. Es más, la almendra europea o ibérica ha contado este año con su propio stand en la feria SIAL Paris (19-23 de octubre), el mayor evento del sector alimentario a nivel europeo.
En 2023, Francia importó 30,9 millones de kilos de almendra española, con un énfasis especial en la harina de almendra: hasta 6,4 millones de kilos. Esto representa un 35% del total de exportaciones españolas de esta harina. Y Alemania también figura entre los principales mercados, con 26,1 millones de kilos en total.
Todos estos datos sitúan a la Península Ibérica, y a España en particular, en el epicentro de una de las grandes tendencias alimentarias del momento. Y no podía ser de otra manera, pues la almendra europea reúne todas las características que demanda el consumidor actual. Se trata de un producto nutritivo y saludable, rico en grasas cardiosaludables y proteínas vegetales, entre otros beneficios. También de un alimento sostenible, con más de un 80% de sus hectáreas en secano, que sigue el exigente modelo de producción europeo y que aporta recursos a la España Vaciada. Y, sobre todo, de un fruto seco delicioso por sí solo y enormemente versátil en la cocina.